"Hay que mantener la cabeza fría"

Ningún miembro del equipo español de balonmano pudo contener la euforia cuando el jueves por la noche remontaron seis goles de desventaja y terminaron empatando ante Francia, el mejor equipo del mundo. Julen Aguinagalde, de 28 años, no fue una excepción. También él se abrazó a sus compañeros y su cabeza comenzó a volar hacia unas hipotéticas semifinales del Mundial de Suecia. Hoy (16,15, Teledeporte), España se enfrentará a Noruega en el primer partido de la segunda fase, a la que ha accedido con tres puntos. Después le seguirán Islandia y Hungría.

"Tenemos tres puntos y es una excelente renta", confiesa Aguinagalde, "pero debemos mantener la cabeza muy fría. Hay que recordar que el año pasado, en el Europeo de Austria, también entramos con tres puntos en la segunda fase, pero en el primer partido lo perdimos todo". Entonces, España perdió contra Polonia por 32-26 y, aunque ganó sus dos partidos restantes, no accedió a las semifinales y concluyó sexta tras perder contra Dinamarca. "Es una lección que no debemos olvidar. El partido contra Francia fue una inyección de moral. Pero no podemos perder la concentración porque a partir de ahora cada partido será como una final".

Aguinagalde está en su plenitud deportiva. Lleva 63 partidos con la selección y se ha consolidado en la posición de pivote, donde tuvo la difícil misión de sustituir al inolvidable Rolando Uríos, pieza fundamental en la consecución del único oro de la selección, el del Mundial de Túnez 2005. Su trayectoria es larga (desde 2006) pero, en cambio, este es el primer Mundial que disputa. No vivió la medalla de bronce de los Juegos de Pekín y se libró del descalabro que sufrió España en el Mundial de Croacia en 2009. Pero desde entonces no solo se ha consolidado como el pivote titular del Ciudad Real, sino que es uno de los puntales de la selección de Valero Rivera.

Su aportación se limita prácticamente al ataque. Pero allí, metido entre las torres defensivas de los equipos rivales, nadie le cuestiona. Es uno de los mejores pivotes del mundo. "Me falta mucho todavía", comenta con la sonrisa irónica que siempre le acompaña. "Lo cierto es que el equipo está jugando cada día mejor en ataque y eso en mi posición se nota". Aguinagalde se las arregla para abrir canales a los laterales o para agarrar balones lanzados al vacío por sus compañeros y transformarlos en gol. "La tendencia arbitral es de permitir mucho en defensa. Recibes golpes, pero no se puede llorar porque mientras lo haces te marcan dos goles. Uno se acostumbra a todo, hasta te acaba gustando que te metan un poco de caña".

España no puede perder ningún partido de la segunda fase si quiere acceder a semifinales. "Noruega juega muy fácil, muy alegre y tiene grandes lanzadores". Destacan el portero Ege, Myrhol, Lund, Tvedten y Kjelling, un viejo conocido del balonmano español. Su mérito más importante fue estar a un paso de alcanzar las semifinales en el Mundial de 2009, pero un gol de Polonia en el último segundo les apeó.