Traducciones caras
Leo con perplejidad que el uso de las lenguas cooficiales en el Senado nos va a costar a los españoles 250.000 euros al año. En una época en la que nos bombardean continuamente con la necesidad de hacer economías justificando con ese argumento la congelación de las pensiones, la bajada de los sueldos de los funcionarios y la eliminación de algunas prestaciones sociales, ¿no es una frivolidad derrochar 250.000 euros de las arcas del Estado en traducciones innecesarias? Cuando varias personas de distintas lenguas tienen que comunicarse buscan el idioma común. En este caso, es obvio, el castellano serviría perfectamente para este cometido. Señores senadores, ¿de verdad les resulta imprescindible usar su lengua autonómica despreciando el coste que ello conlleva?
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