Con y sin batuta
Hay tres tipos de directores, los que dirigen con batuta, que son la mayoría, los que dirigen sin batuta y los mixtos. Pablo González, el nuevo director titular de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) forma parte de este último grupo.
En los primeros y últimos movimientos, los vigorosos, de las Sinfonías números 1 y 3 de Robert Schumann, González dirigió con batuta; en los movimientos centrales, los lentos, abandonó el arma y dirigió con las manos desnudas.
El asunto de la batuta no es baladí: la batuta, como su nombre indica, bate, ritma, pero también pincha, penetra, azuza, impone, manda y gobierna; la mano, en cambio, amasa, masajea, acaricia, acompaña y, si conviene, hace cosquillas. Los resultados musicales obtenidos pueden diferir mucho.
OBC
Pablo González, director. Obras de Schumann. Temporada de conciertos de la OBC. Auditori. Sala Pau Casals. Barcelona, 14 de enero.
Tras haber dirigido ya 5 de los 11 programas que asumirá esta temporada al frente de la OBC, se puede concluir que con y sin batuta González es un muy buen director, tiene ideas claras de adonde quiere ir a parar y las transmite con eficacia y lenguaje diáfano, posee un bagaje técnico importante y la expresividad es equilibrada y madurada.
Aún no domina del todo la compleja sonoridad de la sala Pau Casals, pues la percepción del sonido que se tiene desde el podio del director es diferente de la del público. Todo se andará, González, un director joven y sabio, es probablemente uno de los mejores fichajes posibles para la OBC y la titularidad de un conjunto profesional de buen nivel era la estabilidad que el sabio ilusionado necesitaba para construirse como gran director. ¡Que se sepan encontrar y nosotros lo podamos gozar! ¡Amén!
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