Bocatas sostenibles

Aquí se come, pero también se recicla. Aquí se disfruta y también se reflexiona. Fastvínic no es un lugar de bocadillos sin más, es sobre todo un canto a la sostenibilidad y al respeto por el medio ambiente. El nuevo local de Sergi Ferrer-Salat en Barcelona prepara bocadillos "con productos catalanes, una buena parte de ellos ecológicos, dando prioridad a todo aquello que la naturaleza ofrece en cada estación del año". Ecología, proximidad y estacionalidad salen con fuerza de la boca del empresario, que acaba de inaugurar Fastvínic puerta con puerta con su templo del vino y restaurante Monvínic.

El vino también tiene su importancia en el nuevo espacio con la oferta de 24 variedades por copas distribuidos en tres máquinas dispensadoras de autoservicio. En Fastvínic el cliente elige su bocadillo y/o ensalada, se sirve el vino y al finalizar recicla. Excepto copas y bandejas, todo el material servido se recicla y por ello Fastvínic ostentará la certificación Leed (Liderazgo en Diseño Energético y Medioambiental) otorgado por el Green Building Council de Estados Unidos. Pero ¿qué se come en Fastvínic? Hay bocatas excepcionales como el de pollo, el de perdiz o el de jamón, que se acompañan con una oferta de ensaladas.

Durante todo el día también se puede degustar fruta de temporada, repostería y bollería artesanas, café, té, refrescos y zumos naturales ecológicos. "La materia prima es de primera calidad. Queremos usar el manjar popular por excelencia para dar a conocer un producto que juega con la estacionalidad, la proximidad y la ecología", explica Ferrer-Salat, al que se le puede ver a la hora de comer en el local controlando los últimos detalles de un restaurante que arranca. Los precios oscilan entre 6 y 20 euros.