"Si fuéramos turistas, nos darían medios e infraestructuras"
A Coruña reúne a investigadores gallegos 'exiliados' en el extranjero
En la primera reunión, ayer en A Coruña, de jóvenes investigadores gallegos que trabajan en el extranjero en el campo de las ciencias de la salud, aún retumban los ecos de la reciente y lapidaria declaración del director general de I+D+i de la Xunta sobre el exceso de científicos en los siete campus de la comunidad, más que "los que el sistema pueda soportar", advirtió a modo de justificación de drásticos recortes de becas y contratos.
En los pasillos ayer, el comentario generalizado era sobre la reducción de las becas Parga Pongal de postdoctorado: han pasado de 256 a sólo 15 este año. "Y restringidas al ámbito de la universidad, dejando fuera a los que investigamos en hospitales", lamentan. Estos especialistas de la biomédica, ahora exiliados, no salen de su asombro. "Si en vez de investigadores, fueran turistas, nadie cuestionaría que se crearan todas las infraestructuras y medios necesarios para que el sistema los pueda soportar", exclama Anxo Vidal, uno de los organizadores de la jornada que, a semejanza de la que se celebra anualmente en otras comunidades como Madrid o el País Vasco, pretende establecer canales de contacto entre los que están fuera y los centros o grupos de investigación consolidados de Galicia.
Los científicos critican los recortes y la retirada del plan del bipartito
Emigraron para formarse y todos, o casi, desean poder volver, algún día, para desarrollar en su tierra ese bagaje científico. Pero no ven oportunidades, ni facilidades para hacerlo porque en Galicia no se apuesta, destacan, como en otros países o incluso en otras autonomías cercanas, por los recursos humanos en la investigación.
"Somos poquísimos investigadores, la Xunta debe darse cuenta que no puede recortar en eso, debe invertir en infraestructuras y facilidades para que seamos más, sino solo nos queda dejar la ciencia o irnos al extranjero", dice María Mayán. La "fuga de cerebros" es una realidad en Galicia, afirma esta farmacéutica que, tras formarse en Madrid y Londres, lleva un año contratada en el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic), dependiente del hospital y la universidad. Para ella, el nuevo plan de la Xunta es un claro paso atrás: "Ibamos por el buen camino pero ahora se han tirado todos los esfuerzos por la borda. Independientemente de los partidos políticos, el anterior plan era bueno porque primaba el incremento de investigadores".
"Lo ideal sería dedicarme a la investigación en Galicia, pero lo veo demasiado difícil", afirma Santiago Fernández. Lleva nueve de sus 35 años en el extranjero, primero licenciándose en Inmunología en Copenhague y ahora como investigador de la prestigiosa Harvard Medical School de Boston. "La Administración aquí ni siquiera hace esfuerzos para contactar con nosotros, explicarnos lo que se hace aquí y ver si hay posibilidades de regresar para trabajar aquí", lamenta este joven que también acaba de licenciarse en Microbiología por la Universidad compostelana. Ayer, recibió el premio de la Fundación Barrié a la mejor trayectoria profesional, un pequeño reconocimiento dotado de 300 euros.
"La Xunta promete mucho pero yo solo veo recortes de plazas, esto no mejora", lamenta Yolanda Prezado. A esta doctora en Ciencias Físicas y especializada en radiofisica hospitalaria le gustaría volver a Galicia cuando en 2012 termine su contrato de cinco años en Grenoble (Francia). Aunque ya hay grupos en Galicia interesados en sus trabajos, lo ve difícil. "Y eso que yo hago investigación aplicada, en la que hay más puertas pero aquí no se abren".
Berta Cillero fue de las últimas en obtener un contrato-beca Angela Alvariño de tres años, una modalidad que acaba de suprimir la Xunta. Investiga enfermedades reumáticas en Holanda y no ve posibilidad de regresar, de momento: "Con todo lo que invirtió el Gobierno en nuestra formación, es una pérdida absoluta de dinero".
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