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El PP afirma que el endeudamiento de la Generalitat es "productivo"

Los socialistas critican que la alta deuda "ya no lastra el futuro, sino el presente"

La transparencia, o la falta de ella, y la deuda, su volumen y su naturaleza, centraron ayer el inicio del maratoniano pleno de cuatro días en las Cortes Valencianas que debe aprobar los Presupuestos de la Generalitat para 2011. Como aperitivo, la Cámara aprobó la Ley de Medidas Fiscales, de Gestión Administrativa y Financiera y de Organización de la Generalitat, más conocida como ley de Acompañamiento. Un texto que suscitó una acalorada polémica sobre la previsión de permitir las máquinas de apuestas en bares y locales de hostelería. La diputada socialista Cristina Moreno retó varias veces sin éxito al consejero de Economía, Gerardo Camps, a subir a la tribuna y explicar los "intereses oscuros" de una medida que, además, otorga poder de veto a la competencia, porque deben autorizar la instalación las empresas de máquinas tragaperras ya en funcionamiento.

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La ley de Acompañamiento, que modifica más de una veintena de normas, refleja la política del PP de rebaja de impuestos, que criticó toda la oposición en una coyuntura de crisis como la actual. El diputado del PP José Marí Olano respondió: "Si por nosotros fuera, no habría subido ni el IVA". Por otra parte, apenas hubo alusiones a una enmienda que resultó aprobada y que casi pasó de tapadillo, la que establece una prestación de desempleo para los diputados que cesen en su puesto similar a la del resto de empleados.

El debate de los presupuestos propiamente dicho se centró en las dificultades financieras de la Generalitat. Tanto la portavoz de Esquerra Unida, Marga Sanz, como la diputada de Compromís Mireia Mollà, criticaron el alto endeudamiento de la Generalitat. "Estamos asustados de cómo pretenden cuadrar el presupuesto este año", exclamó Sanz, que criticó la venta de patrimonio como "un auténtico suicidio". La socialista Cristina Moreno aseguró que el PP ha endeudado a la Generalitat en 6.000 millones de euros, según el Banco de España, solo en esta legislatura. "La deuda ya no lastra el futuro, sino que lastra el presente", advirtió.

El popular Ricardo Costa alegó que la deuda de la Generalitat es "controlable, asumible y productiva" porque gracias a ella hay más infraestructuras y se han creado centros y servicios públicos. "Si la deuda nos ha ayudado, ¿por qué estamos en peor situación que otras comunidades autónomas?", preguntó Mireia Mollà, de Compromís. Costa se quejó de la mala financiación autonómica. También rechazó la propuesta socialista de crear una oficina presupuestaria, como acordó el Congreso de los Diputados.

La emisión de bonos recauda 1.500 millones

Mientras en el hemiciclo la oposición criticaba al PP por la elevada deuda de la Generalitat causada por el despilfarro durante la "época de vino y rosas", como la definió la socialista Cristina Moreno, el vicepresidente segundo y consejero de Economía y Hacienda, Gerardo Camps, anunciaba en los pasillos de las Cortes que el viernes se habían ya suscrito los 1.500 millones de euros de la emisión de bonos de la Generalitat, al 4,75% y por un plazo de 12 meses. "Los valencianos confían en la gestión económico-financiera del Consell", concluyó el responsable de Hacienda, que aseguró que esa entrada de liquidez permitirá adelantar 30 días los pagos a proveedores. Precisamente el retraso en los pagos y las dificultades para hacer frente a gastos corrientes han sido las señales más alarmantes sobre la situación financiera del Consell a lo largo de los últimos meses.

En el momento en que el vicepresidente hacía su anuncio, llegaba a las Cortes el portavoz parlamentario socialista, Ángel Luna, que venía de declarar en el Tribunal Superior de Justicia por una querella del PP, que le acusa de revelar un documento secreto del caso Gürtel en el hemiciclo. La socialista Cristina Moreno había iniciado su intervención recriminando la "ausencia eterna" del presidente del Consell, Francisco Camps, en el Parlamento y señalando que la de Luna obedecía a un "intento de amordazar a la oposición". La presidenta de las Cortes, la popular Milagrosa Martínez, interrumpió su intervención para pedir que se ciñera al presupuesto. Después, José Marí Olano le replicó: "Está donde le llaman los jueces".

Martínez anunció a la hora de las votaciones que había problemas con el panel electrónico y que el voto de Ricardo Costa no se reflejaría en él, pero, al efectuarse la primera de ellas, tampoco se reflejó el voto de los miembros del Consell. "El Gobierno no va", exclamó Carmen Ninet desde la bancada socialista. "Da igual, da igual", respondió su compañero de grupo Manuel Mata.

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