La Olimpiada de los oficios

El informe PISA volvió a constatar la semana pasada el desfase en el nivel educativo de los jóvenes españoles con respecto a la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Los resultados fueron algo mejores que los de controles anteriores, pero el número de chavales que siguen los estudios más allá de la Secundaria está aún 20 puntos por debajo de la media. Existe una muletilla frecuente entre los responsables políticos cuando se les exigen medidas para reducir las diferencias en este indicador: hay que fomentar la Formación Profesional (FP).

En ese contexto adquieren importancia iniciativas como la primera edición del campeonato de Formación Profesional de Galicia, una competición entre estudiantes de institutos de la comunidad que, en sus respectivas áreas, se afanaron en demostrar sus capacidades en pruebas organizadas el mes pasado. Los ganadores se reunieron ayer en el instituto Compostela de Santiago, en un encuentro al que asistió el conselleiro de Educación, Jesús Vázquez.

Los ganadores participarán en la fase estatal del concurso

Alumnos de Imaxe e Son de A Coruña retransmitieron la entrega de premios

"Fue una experiencia gratificante", cuenta al término Josué, alumno del instituto Aller Ulloa de Lalín que quedó segundo en la especialidad de diseño de páginas web. Con la medalla al cuello, valora la iniciativa como un empujón a la formación y "bastante motivador". Siete horas duró su test, en la que tuvo que montar una página web de arriba a abajo. "Se les eligió en junio y en teoría pasaron el verano preparándose", explica su profesor, José Manuel Sierra, que califica los ejercicios de "exigentes".

Quizás por culpa del marketing, según el cual llamar a las cosas en inglés viste más que hacerlo en otras lenguas, el campeonato fue bautizado como Galicia Skills, que quiere decir aptitudes o habilidades. Detrás de la propuesta está la Fundación Compromiso con la Formación Profesional (Comforp), que lleva casi una década promoviendo concursos similares en Extremadura, Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid. La organización recae, no obstante, en la Administración autonómica, a través de la Dirección Xeral de Educación, Formación Profesional e Innovación Educativa.

Triunfar en el campeonato no les supone a los ganadores ningún premio. Acceden, eso sí, a la fase estatal de la prueba, que lleva el nombre a juego de Spain Skills. Gabriel, que consiguió la mejor puntuación en la categoría de diseño web, ya tiene la fecha en mente: la primera semana de abril. De repetir su éxito, podría llegar a las competiciones mundial y europea, previstas para el año que viene y 2012, respectivamente.

Como la FP está orientada específicamente a la entrada en el mercado laboral, la colaboración de las empresas es necesaria para que el concurso funcione. Jéssica, tercera en el área de tecnología del automóvil, relata que sus pruebas -que enumera mecánicamente: "neumática, motor de arranque, alternador, electricidad y pastillas de freno"- las realizó en un taller de la Mercedes en Lugo. Casi tantos representantes de empresas como alumnos había ayer, de hecho, en la entrega de premios. Una de ellas era Rocío, empleada de una compañía de pinturas que lleva varios años colaborando con este tipo de concursos. "En Galicia no habíamos estado antes porque teníamos que esperar a que hubiese implantación suficiente de los estudios en nuestra área", explica.

Como la cuestión era promocionar la FP, el acto de entrega de las medallas fue retransmitido por un equipo de realización formado por alumnos de la Escola de Imaxe e Son de A Coruña, con un despliegue que permitió oír en perfecta calidad el discurso del conselleiro, que presidió el acto con imperturbable sonrisa. "El mayor peso de la FP en el sistema educativo se debe, entre otros factores, a que las relaciones entre los centros educativos y ls empresas de su entorno se fueron intensificando", razonó Vázquez. "En la actualidad, las colaboraciones existentes van en busca de una formación profesional de calidad y que responda a las necesidades de los sectores productivos. Esto queda reflejado en el alto grado de inserción laboral de estos titulados", aseguró.

Por mucho que el conselleiro prometa más inserción, lo cierto es que la participación en el campeonato no fue muy elevada. Fueron 55 alumnos de entre 25 institutos, lo que llevó a que en alguna categoría se suprimiese la medalla de bronce, porque darla habría supuesto premiar a todos los participantes. "Es el primer año que se hace, y además teníamos el límite de que no se podía presentar nadie de más de 21 años", justifica Sierra.

Carpintería, peluquería, reparación de carrocerías o cocina fueron algunas de las 12 categorías en las que compiteron los jóvenes. Algunos, como Manuel y Ángel, que sudaron desabollando coches en sus pruebas, esperan que el diploma que les han dado por participar les sirva más tarde, cuando luchen por una plaza en el crudo mercado laboral."¿Qué quieres que te diga, ¡yo por mí repetía!", exclama Miguel. "La experiencia vale la pena", ratifica Ángel.

Sonia, que estudia cuidados de belleza, todavía no está segura de si va a recibir alguna ayuda por su segundo puesto en las pruebas. Lo aclara Pilar Álvarez, de la Dirección Xeral de Formación. "El ganador pasa a la fase estatal, pero premio no damos ninguno. Solo las empresas dan un pequeño obsequio relacionado con su sector". Cosas de la crisis.