Los sindicatos plantan a la CAM y exigen otro pacto laboral en el SIP

Aunque un consejero general de Caja Mediterráneo (CAM) consideraba ayer que la asamblea celebrada por la mañana seguía un guion escrito meses atrás y del que "simplemente se cumplen etapas", en la caja alicantina se sabe mantener siempre la intriga hasta el final. El proceso de fusión fría con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, que debe concretarse antes de final de año, es un buen ejemplo. Los 22 representantes de siete sindicatos de la CAM (que representan a más del 95% de la plantilla) abandonaron ayer la asamblea tras leer un escrito conjunto contra el acuerdo laboral firmado en Madrid con CC OO y CSI-CSIF. El representante de Sicam, César Estrada, leyó en la asamblea un comunicado en el que se argumentó el rechazo al pacto laboral por entender que el acuerdo es "insuficiente". Los sindicatos exigen respeto a las condiciones de prejubilación que ha tenido la CAM hasta la fecha, que la movilidad no sirva de presión y garantías para los contratados temporales, y ayer trasladaron su "ánimo negociador" para lograr un acuerdo laboral beneficioso. Y abandonaron la asamblea no sin antes expresar su apoyo a la ratificación en el cargo de la nueva directora general de la CAM, María Dolores Amorós.

La asamblea ratificó el nombramiento de la primera ejecutiva de la CAM, que tras la asamblea defendió su voluntad de fortalecer el grupo que surgirá de la fusión. También consideró que el año próximo será "complicado", aunque prevé una mejora paulatina. Junto a ella, el presidente de la CAM y del futuro SIP, Modesto Crespo, evitó concretar detalles sobre los nombres que representarán a la CAM en el consejo de la entidad que surja de la fusión y se limitó a decir que "habrá que debatirlo en el consejo, como corresponde".