El Gobierno elimina siete firmas públicas del sector primario

El Gobierno ha suprimido este año siete empresas públicas del sector primario, con lo que ha logrado un ahorro cercano a los 12 millones de euros. En los próximos meses liquidará otras nueve, con el propósito de cumplir el plan del Departamento de Medio Ambiente de de desprenderse de un tercio de las más de 40 sociedades públicas, fundaciones o sociedades anónimas en que participa.

Esta consejería y la de Industria absorben prácticamente la totalidad de un entramado compuesto por casi un centenar de empresas públicas puesto en marcha por los anteriores Ejecutivos del PNV, que el actual Gobierno prometió que reduciría de una manera drástica.

El plan de reducción se inició a comienzos de año y su primera fase se ha centrado en la desinversión en sociedades en la que participaba el Ejecutivo. Así, se ha desprendido del 33% de las acciones que mantenía en Euskaber, una firma para promover los huevos con label, donde tenía un capital de 45.000 euros. También ha abandonado Aizkorria, uno de los casos más llamativos, ya que es una cooperativa de pastores franceses dedicada a la producción de queso, con un 14% de acciones del Ejecutivo vasco, que suponían 54.000 euros. A ellas se ha agregado Denokit, dedicada a la innovación.

Medio Ambiente liquidará en los próximos meses nueve empresas más

La consejería que dirige Pilar Unzalu ha salido además de tres firmas integradas en la empresa pública IKT. Se trata de Lurranek, creada para ofrecer un banco de suelos, sobre todo por el impacto en el sector que pueden tener las obras del AVE, pero que no ha realizado ninguna gestión, y los centros de gestión Abelur y Lurgintza. La función de ambos era el asesoramiento fiscal y laboral a ganadores y agricultores, una labor que ahora se canalizará desde el departamento.

La última cuya disolución se ha aprobado es Baskefood, con un presupuesto anual de 3,5 millones, creada para la promoción exterior de la industria alimentaria vasca. Sus funciones pasarán ahora a la Fundación Kalitatea. "Su actividad es complementaria a la de Kalitatea. Era de reciente creación, por lo que todavía no tenía la estructura de personal", afirma Jakes Agirrezabal, coordinador del plan de reducción de empresas públicas en esta consejería.

El Ejecutivo tiene además a punto su salida de otro caso llamativo, Dges Chile, un centro de gestión ubicado en ese país sudamericano. A ella, se unirá la más importante de todas, Landaben, dedicada al telemarketing y donde el Gobierno tiene un millón de euros en acciones. Con 800 empleados, ofrece servicios a firmas como Fagor o Euskaltel. Se prevé que el proceso esté culminado en el primer semestre de 2011.

Como anunció la consejera en abril pasado, las salidas se realizan de manera ordenada y con la mínima afección para los otros accionistas. Igualmente se encuentra en proceso de venta Aberekin, una sociedad dedicada a la inseminación, donde el Ejecutivo ha aportado un capital de 170.000 euros.

El complejo de empresas controladas por el Ejecutivo o en las que participa se ha ido inflando desde los noventa hasta el punto de que tanto los Gobiernos anteriores como el actual han sido incapaces de precisar con exactitud el número de sociedades o fundaciones en que interviene. La oposición acusó reiteradamente al PNV en pasadas legislaturas de crear empresas por mero clientelismo.