Santiago, centro de reflexión sobre la paz
El Foro 2010 arranca con una llamada al uso humanitario de las nuevas tecnologías
La promoción de la "cultura de la paz" reúne este mes en Santiago a centenares de activistas, profesores, expertos, periodistas, estudiantes, ejecutivos de ONG y académicos. En el Foro 2010, que arrancó el pasado sábado con el debate estrella entre el juez Baltasar Garzón y el ex director general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza, caben disquisiciones sobre los medios de comunicación y los derechos humanos, una reflexión multitudinaria -más de mil inscritos- y asociada al Foro Social Mundial sobre la educación o un repaso a la necesidad de reperar la memoria de los vencidos en la guerra, dirigida por el proyecto universitario Nomes e voces. El Seminario Galego de Educación para a Paz y la Fundación Cultura de Paz promovieron inicialmente el encuentro, al que se sumaron otras 51 organizaciones e instituciones.
"La información debe ser herramienta y no arma", según Gertrude Mongella
"En las sociedades de consumo se violan derechos, no solo en la guerra"
Precisamente en ese contexto ayer arrancó el Congreso Internacional sobre Información e Dereitos Humanos. La ex presidenta del Parlamento Panafricano, la tanzana Gertrude Mongella, pronunció la conferencia inaugural en la facultad de Ciencias da Comunicación. "¿Pueden las tecnologías de la información ser usadas como herramienta y no como arma, por favor, para promover los derechos humanos?", repitió una y otra vez, antes de rogar a los periodistas que centrasen su información en esa tesis: "Pónganla en los titulares". Para Mongella, activista destacada en defensa de los derechos de la mujer, la tecnología no deja de parecerse a un cuchillo: sirve para preparar "deliciosas comidas" o para matar.
También a la cabeza de la Conferencia de Mujeres de Pekín, a finales de los noventa, Gertrude Mongella insistió en el papel femenino a la hora de resolver conflictos. "Podemos ser el agente de cambio", señaló, "si nos dan todas las oportunidades y aprendemos a usar las tecnologías de la información". Aunque apartada del lenguaje político al uso, algunas de las sentencias de su discurso fueron de largo alcance. "Debemos buscar lo que une a la humanidad, eso que podemos llamar derechos", afirmó, y mencionó la igualdad -"nos hace mejores como seres humanos y saca nuestras potencialidades"- y, al caso del congreso de Santiago, la información. "Es un factor importante, porque es necesario saber qué son los derechos humanos, estar informados de ellos, para reclamarlos", aseguró. Al mismo tiempo y pese a todo, recordó que ningún aparato puede sustituir el contacto directo entre dos personas.
Mongella tampoco olvidó la necesidad de luchar por los "derechos comunales", indispensables para garantizar los de las personas. La política tanzana habló del derecho al acceso al agua, que, según algunos investigadores, será causa de conflictos en el futuro inmediato, a la alimentación o "incluso el derecho a la vida". "Los derechos humanos no son únicamente violados en situaciones de guerra declarada", añadió ante un auditorio mayoritaramiente occidental, "en las sociedades de consumo también existen muchos riesgos que afectan al derecho a vivir pacíficamente". La que fue primera presidenta del Parlamento Panafricano, órgano constituido en 2004 bajo el paraguas de la Unión Africana y todavía sin poder legislativo, terminó con una alabanza del oído. "La mayoría de nosotros ya no usamos los ojos ni los oídos, solo la boca; tenemos que volver a escucharnos".
Antes de la intervención de Mongella, Margarita Ledo Andión, miembro de la Real Academia Galega y catedrática de Comunicación, había igualmente puesto el acento en los derechos colectivos de los seres humanos. Y explicó como las jornadas que ayer comenzaron suponían "un síntoma del malestar en el derecho a la información, que se manifiesta en los estereotipos, en el lenguaje sexista y probelicista". Ledo Andión conminó a no ceder en la defensa de un concepto de libertad de expresión "que la garantice en general y no solo para grupos pequeños y privados". La cada vez mayor separación entre quien produce la información y quien la recibe fue puesta en cuestión por la escritora, quien finalizó rememorando unas palabras de Mayor Zaragoza: "No podemos dejar que el tiempo siga avanzando así".
Otro derecho humano
Uno de los resultados más tangibles del Foro 2010 de Santiago, según el responsable del Seminario Galego para a Paz, Manuel Dios, se llamará Resolución de Compostela. El texto, en el que varias de las organizaciones convocantes del encuentro llevan años trabajando, exigirá a las Naciones Unidas -adonde viajará desde la capital gallega-, que la Declaración de Derechos Humanos acoja el "derecho a la paz". "Mucha gente no sabe que la paz no es un derecho humano", expone Dios, "aunque en 1948, cuando se aprobaron, ya hubo quien lo defendió, por ejemplo, Eleanore Rooselvelt; ahora lo apoyan muchos países, aunque, debemos reconocerlo, los más poderosos no están muy por la labor".
Entre los acontecimientos centrales del foro, la visita de la actual directora general de la Unesco, Irina Bukova, será uno de los de mayor repercusión. Estará mañana en Santiago y la recibirá el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Pero antes participará en la inauguración del Congreso sobre Dereito Humano e Paz, junto al ex mandatario socialista portugués Mário Soares.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.