Adrian Blaauw, fundador del Observatorio Europeo
Su interés por el cosmos surgió siendo un adolescente
Adriaan Blaauw, fallecido el pasado miércoles a los 96 años, fue una figura enorme de la astronomía en el siglo XX. Un consumado astrónomo que también sobresalió en el mundo de la diplomacia, en el que desempeñó un papel central en la fundación del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Blaauw nació en Ámsterdam (Holanda) en 1914, hijo de un auditor de cuentas y una institutriz. Su interés por el cosmos surgió cuando, siendo todavía un adolescente, construyó un telescopio con un tubo de cobre y unas lentes de microscopio, siguiendo las instrucciones que encontró en una revista de divulgación científica. Con su rudimentario instrumento, observó y fotografió el eclipse lunar de 1931. Muchos años después recordaba que fue jugando con este telescopio cuando se preguntó: "¿A qué distancia está todo?". Ese fue el punto de no retorno.
Estudió Astronomía primero en la Universidad de Leiden y después en el Laboratorio Kapteyn, en Groningen (Países Bajos). Obtuvo su doctorado en Groningen en 1946, con una investigación sobre grupos de estrellas calientes recién formadas. Este estudio supuso la base de su descubrimiento más famoso sobre las estrellas que se desplazan por la Vía Láctea a velocidades de cientos de kilómetros por segundo. Blaauw descubrió que estas estrellas se originan en sistemas binarios en los que dos astros orbitan uno en torno al otro; si uno explota, el otro sale disparado como una piedra lanzada con una honda.
En las décadas de 1940 y 1950, Blaauw desempeñó diferentes trabajos, incluidos altos cargos en Leiden, Groningen y el Observatorio Yerkes, en Chicago (EE UU). Cuando regresó a Holanda, en 1957, se implicó en los debates que desembocaron en la fundación del ESO. La paciencia legendaria de Adriaan Blaauw y su sabiduría hicieron de él un personaje ideal para un proyecto diplomático como este.
Poco después de la fundación del ESO, en 1962, Blaauw se convirtió en su director científico y, posteriormente, en director general, entre 1970 y 1974. En este período estuvo implicado en el diseño y construcción de varios telescopios del ESO, incluido el de 3,6 metros, en La Silla (Chile), que aún está en funcionamiento en primera línea de la investigación astronómica, liderando la búsqueda de planetas alrededor de otras estrellas.
Tras dejar el ESO, Blaauw continuó en activo como presidente de la Unión Astronómica Internacional (convenciendo a China a unirse a esta institución). También colaboró en la definición del programa científico del satélite Hipparcos, de la Agencia Europea del Espacio (ESA).
A principios de este año, Blaauw visitó el observatorio de Paranal del ESO, en Chile. Pese a su avanzada edad demostró que mantenía su chispa y mostró un vivo interés en las observaciones científicas y en los trabajos que se están realizando allí.
Oli Usher es miembro del Observatorio Europeo Austral (ESO)
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