_
_
_
_
Tentaciones
Entrevista:MÚSICA

Blanda solo por fuera

"Me preguntan sobre mi voz prácticamente a diario", asegura Duffy después de haberse fumado un cigarrillo en la habitación del hotel. "Soy una chica muy educada, de metro cincuenta y cinco, y mi sonido no encaja con mi estética".

Que un vozarrón aplastante pueda salir de un físico tan menudo no es el único interrogante que plantea esta galesa de 26 años. La cantante irrumpió en el panorama musical de finales de 2007 con Rockferry, un disco de soul sesentero que terminó vendiendo más de seis millones de copias.

La mitología pinta la historia de una jovencita que salió de un pueblo galés con una maleta llena de ingenuidad y de sueños. La biografía descubre a una cantante curtida en bolos locales, que fue a Suiza a trabajar con el productor Soren Mounir y quedó segunda en la versión galesa del programa cazatalentos Factor X. En persona, unas veces es vivaracha y práctica y otras responde con la dulzura de una princesa de Disney. Es difícil saber quién es realmente Duffy. Puede que ni ella misma lo tenga claro.

"Antes confiaba en los demás. Pero en la vida tienes que aprender a sobrevivir"

¿Da Endlessly, su segundo álbum, alguna pista? Aunque continúa agarrándose al sonido nostálgico que la catapultó al estrellato, hay indicios de coqueteo con el pop. Su autora prefiere no mojarse: "No estoy aquí para describirlo. Es pronto y no quiero confundirme. Pero me han dicho que soy una valiente. Porque estamos rodeados de electrónica y yo soy fiel a mis intereses, a mí misma".

Endlessly está producido por el cantante de origen gibraltareño y productor superventas Albert Hammond y cuenta con colaboraciones del grupo de hip-hop The Roots: "Todo surgió de manera muy natural. Albert me llamó después de verme en la televisión americana. Nos conocimos y congeniamos. Su hijo, Albert Hammond Jr., de The Strokes, le habló de The Roots. Da la casualidad de que es un grupo que siempre me ha gustado, les había dado mi primera maqueta en Londres. Decidimos probar. Yo tomo lo que me ponen delante. Cuando piensas demasiado sobre el trabajo o el amor, lo estropeas".

La preparación del disco coincidió con la ruptura con Jeanette Lee, del sello Rough Trade, la que fuera su pigmalión y su representante durante más de un lustro. Bajo el amparo de Lee, la cantante se trasladó a Londres, donde se pulió junto a la élite indie: "Me dieron algo de dinero, escribí algunas canciones…", recuerda. Se sentó a componer junto a Bernard Butler, ex guitarrista de Suede, y la chica que llamaba a Phil Spector "Bill Spector" y solo escuchaba música en la radio descubrió los discos de Doris Duke, empezó a peinarse como Brigitte Bardot y asistió a su primer concierto de rock (uno de Guns N' Roses).

Duffy era una apuesta inusual para un sello como Rough Trade, principalmente dedicado a grupos como Pulp, The Strokes y The Libertines. Se sospechaba que el sello, inspirado por el éxito de Amy Winehouse, fabricó una versión rubia y light. Pero cualesquiera que fueran las intenciones, la apuesta funcionó. Y Mercy, su single de guiños northern soul, fue uno de los himnos de 2008. "Cuando Rough Trade me descubrió, no se imaginaba un éxito de tal magnitud. La respuesta a mi primer disco fue tan intensa que tuvieron que transferirme a una gran discográfica [Universal Music Group]. Fue una separación muy obvia, se esperaba que fuera así. Por mucho que quieras a tu primer amor, ¿de verdad crees que vais a pasar toda la vida juntos?".

Hoy, después de vivir los altibajos de la fama —y de que John Lydon, el que fuera líder de Sex Pistols, le cerrara literalmente la puerta en las narices en la entrega de premios de la revista Mojo—, Duffy cree que se ha endurecido: "Antes era muy naif, tenía un graaaan corazón, siempre decía que sí, confiaba en los demás. En la vida tienes que aprender a sobrevivir, no puedes ser como una herida abierta. Hay que establecer límites, trabajar de una manera con la que me sienta cómoda, encontrar a quien realmente soy".

Parapetada por sus discos de platino, no le importa reconocer que todavía está examinándose en cultura musical: "No sé mucho sobre música. Por ejemplo, no conocía a los Monkees. En Estados Unidos me comparan con dos cantantes que ni me suenan. Mi hermana me llamó para decirme que John Lennon tiene una canción también llamada Well well well. Y Hendrix, una titulada Stepping stone". Duffy ha tomado carrerilla: "Una canción popular china es exactamente igual que Warwick Avenue. Es increíble que todo se repita y que, por lo visto, en el pop solo se necesitan cuatro acordes. Sigo aprendiendo y agradezco que la música todavía me produzca respeto. No soy una geek (friki) de la música. Todavía".

Endlessly está publicado en Universal.

<b>Duffy presenta su segundo disco, <i>Endlessly</i>, producido por Albert Hammond</b>
Duffy presenta su segundo disco, Endlessly, producido por Albert Hammond

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_