Los turroneros fuerzan a Ripoll a rechazar la basura en Xixona

El anuncio del Consell de trasladar la basura del norte de Castellón al vertedero de Xixona ha chocado de plano con los intereses económicos de uno de los sectores tradicionales más destacados y motor de la economía de esta localidad alicantina, su afamado turrón. La presión de los vecinos, la mayoría empleados en las fábricas de la población, y los empresarios del sector, liderados por el presidente del Consejo Regulador de Jijona y Turrón de Alicante y, a su vez, titular de la Cámara de Comercio, ha dado sus primeros frutos. El presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, del PP, dio ayer un giro a su criterio inicial, favorable a la llegada de la basura a Xixona, y se sumó a la moción del PSPV en sentido contrario.

El documento, aprobado por los populares y socialistas, solicita a la Generalitat Valenciana que busque vertederos alternativos y suspenda la resolución que acuerda el traslado de las basuras (50.000 toneladas, según el Consell) de la zona I del Plan Integral de Residuos (en el norte de la provincia de Castellón) a la planta de Piedra Negra, en el término municipal de Xixona.El efecto que la llegada de más basura al vertedero de Xixona puede acarrear sobre la imagen de la localidad, cuna del más típico dulce navideño, el turrón, ha sido la espoleta que ha activado la campaña de empresarios y vecinos en contra de la iniciativa del Consell. "Máxime cuando mañana [hoy para el lector] se inaugura la nueva sede del Consejo Regulador, un moderno y multifuncional edificio que se espera que cada año visiten cerca de 30.000 personas interesadas por diferentes aspectos -técnicos, históricos, culturales o nutricionales- relacionados con esta industria", destaca un comunicado oficial del Consejo Regulador. En el acto está prevista la presencia del jefe del Consell, Francisco Camps.

El comunicado asegura que el presidente del organismo ha arrancado a la Generalitat el compromiso de una solución consensuada al problema de la basura. Para ello, en el plazo de 15 días, está previsto que se celebre una cumbre entre los representantes del Consell y los agentes sociales y políticos de la localidad. Al encuentro asistirán el consejero de Industria, Vicente Rambla y el de Medio Ambiente, Juan Cotino, además de Garrigós y el alcalde del municipio, el socialista Ferran Verdú. "Soy optimista respecto a esta reunión", aseguró en el comunicado Garrigós, para quien la solución no pasa "por suprimir una planta de residuos que ofrece un servicio esencial a los vecinos, aunque sí por que no lleguen a Xixona más residuos de los que este municipio puede gestionar". Garrigós se mostró confiado ante la posibilidad de llegar a un pacto en el que "ni Xixona ni los jijonencos se vean perjudicados por un problema ajeno".

Mientras, la única discrepancia sobre el texto de la moción aprobada ayer por el pleno de la Diputación de Alicante fue sobre el dato de basura que finalmente llegaría Xixona. Los socialistas afirmaban que se trasladarían a Alicante 135.000 toneladas de basuras, y el PP aseguró que solo se pueden transportar un máximo de 50.000, según acordó el consorcio. El presidente de la Diputación, al término del pleno, tildó de "respetuosa" la moción de los socialistas, ya que lo único que pedían es la suspensión del acuerdo, y recordó que "Castellón y Xixona están muy lejos, por lo que sería conveniente buscar otras soluciones" a la falta de vertederos y plantas de tratamiento.

No obstante, el líder del PP criticó al alcalde socialista de Xixona, Ferran Verdú, al que volvió a llamar "demagogo" por su oposición a la recepción de basura. Según Ripoll, el Ayuntamiento de Xixona ha ingresado 5,8 millones de euros por acoger basura en su planta, según un convenio suscrito entre el alcalde y Vaersa, la empresa de la Generalitat, en julio de 2008.