Sentido del Estado

Es ahora evidente que en la cúpula del Partido Popular están enloquecidos. Sus ansias de poder que les lleve a La Moncloa sean cuales sean los métodos a poner en práctica les impele a romper con todas reglas democráticas y éticas.

Solo desde esta perspectiva se puede entender, que no compartir, que Mariano Rajoy haya decidido, aún a riesgo de hundir a nuestro país, convirtiéndose en el peor enemigo de España dando pábulo a que la desconfianza que los "mercados" han focalizado contra Grecia e Irlanda por sus falsos informes sobre el estado de su economía se extienda, también, contra España con sus insidiosas insinuaciones afirmando que la estabilidad de nuestra economía podría estar en riesgo de impago. No es solo una cuestión de nuestras convicciones democráticas, progresistas o conservadoras, ambas dignas y necesarias para cualquier país que desee salvaguardar su pervivencia democrática, que tantos años nos costó conseguir pero que no parece importar al Partido Popular ante su incuestionable, en mi opinión, carencia de sentido del Estado.

Bajo este prisma, ¿cabe de verdad imaginar a Mariano Rajoy, presidente del PP y líder del principal partido de la oposición, como un candidato creíble y fiable a presidente de Gobierno?