"Hay un millón de personas sin alcalde"

Ángel Pérez (1954), madrileño, del barrio de Pacífico, acaba de presentar oficialmente su candidatura a la alcaldía del Ayuntamiento de Madrid. Competirá en la carrera electoral con Jaime Lissavetzky (PSOE) y Alberto Ruiz-Gallardón (PP), con los que ya coincidió en la Asamblea hace 15 años. Pérez centra su crítica al alcalde en la poca atención a los barrios.

Pregunta. ¿Qué ha echado en falta en las cuentas de Gallardón que presentó el jueves?

Respuesta. Lo que he echado en falta es otra política. Las cuentas de Gallardón derivan de una filosofía sobre la crisis que comparte con Esperanza Aguirre, y lo que es peor, con el Gobierno de la nación. Es un presupuesto que recorta un gasto social que ya estaba recortado, elimina empleo y tiene un orden de prioridades en el gasto inasumibles para la ciudad desde el punto de vista progresista.

"El gran error de Gallardón son las grandes obras, el carácter faraónico"

"Veo a Ana Botella en el palacio de Cibeles. Y en el de las Mil Maravillas"

P. ¿Puede concretar?

R. En el recorte de gasto social bajan todos los capítulos, excepto la amortización de deuda, y por lo tanto políticas sociales que ya estaban recortadas vuelven a recortarse. Hay supresión de empleo, Gallardón habla de 1.600 puestos. Y en el tema de las prioridades, cuando él dice que solo se van a acometer las obras imprescindibles, y cita Matadero, Cibeles y el Río, para nosotros imprescindible sería que los habitantes del centro de Madrid tuvieran un polideportivo con una piscina que no tienen, o que se pusiera en marcha el proyecto de Vallehermoso, o las promesas de barrios nuevos enteros que están desequipados, como Las Tablas y Sanchinarro, que son equipamientos comprometidos. Ese es un orden de prioridades social diferente al del alcalde, que considera que Cibeles es una prioridad de gasto, después de llevar gastados unos cuantos cientos de millones de euros.

P. ¿Cuál diría que es el error fundamental de Gallardón?

R. El gusto por las grandes obras, el carácter faraónico. Gallardón tiene una visión de la ciudad de prestigio, de la gran ciudad de los negocios, que es el centro, pero yo creo que ignora que en Madrid hay 21 distritos. Eso nos ha hecho decir muchas veces que en Madrid hay un millón de habitantes que no tienen alcalde. Las grandes propuestas de Gallardón han sido el Recoletos-Prado, la M-30 y su posterior cubrimiento, Chamartín. Todo grandes operaciones. Nosotros creemos que hay que ir a microoperaciones.

P. ¿Retiraría IU la tasa de recogida de basuras?

R. Nosotros no bajaríamos ni subiríamos los impuestos, los modularíamos. Creemos que el IBI tiene un arco suficiente para que las rentas catastrales más altas paguen más, y hay que llevar hasta el mínimo las rentas catastrales más bajas. Los Ayuntamientos tienen que percibir más, y en esto estamos de acuerdo con el PSOE y el PP. En cuanto a la tasa de basuras, si tiene un carácter finalista puede ser positiva porque puede dar lugar a la generación de una pequeña o mediana industria en torno al tema de los residuos. Lo que no nos vale es una tasa de basuras aplicada a machamartillo.

P. ¿Qué tiene Ángel Pérez que no tenga Gallardón?

R. Yo me creo el Madrid de los barrios, creo que mi barrio es mi ciudad. Mi ciudad es donde estoy viviendo y donde tengo las cosas que puedo utilizar y que puedo vivir todos los días. Todos los barrios de Madrid deberían tener unos mínimos servicios y unos mínimos equipamientos para poder realizar la vida.

P. ¿Se imagina a Ana Botella en el palacio de Cibeles?

R. Sí. Perfectamente. Y en el de las Mil Maravillas [risas]. Si el PP en algún momento decide que Botella tiene que ser alcaldesa, sí, por qué no. Y además no haría cosas muy diferentes a las que hace Gallardón. Quizá las haría con más gracia, nos reiríamos más.

P. ¿Por qué?

R. Porque tiene una cierta espontaneidad ingenua que Gallardón no tiene.

P. ¿Ve a Lissavetzky como un digno adversario?

R. Digno por supuesto. Creo que Lissavetzky es un buen candidato para el Partido Socialista, y es el hombre de Zapatero en la Tierra.

P. Las discrepancias con el PSOE son evidentes en cada pleno. ¿Descarta aliarse con él?

R. No descarto aliarme con nadie siempre que estemos de acuerdo en la política que hay que hacer. Si la filosofía de la próxima legislatura es que la crisis la tiene que pagar la mayoría social, y que eso hay que hacerlo a partir de políticas de recortes, el entendimiento es muy difícil.

P. ¿Si matemáticamente fuera necesario el apoyo al PSOE para gobernar se lo daría o no?

R. Si la suma de los votos de izquierda es mayor que los votos de la derecha, la derecha no gobernará. Y nadie obliga a un acuerdo con el PSOE. Se puede ser oposición de izquierdas y de derechas.