Los pequeños envasadores niegan estar implicados

El fraude destapado en la venta de aceite de oliva ha puesto en el punto de mira a envasadores y distribuidores, encargados de poner el llamado oro líquido en las estanterías de tiendas y grandes superficies. Los pequeños envasadores se reunieron ayer en Jaén para analizar los resultados de la inspección, pero descartaron su implicación en la venta irregular de aceite.

"No nos damos por aludidos, tenemos unos sistemas de calidad muy estrictos y ahí están los premios recibidos en los últimos años que avalan nuestro trabajo", señaló Teodosio Sánchez, portavoz de la Asociación Provincial de Envasadores (Apeva), que agrupa a 30 firmas envasadoras que dirigen buena parte de sus ventas al extranjero.

La consejería de Agricultura, Clara Aguilera, que el miércoles negó la existencia del fraude, ayer prefirió guardar silencio. Por su parte, la asociación de jóvenes agricultores, Asaja, exigió a la Administración que establezca controles permanentes. Tanto Asaja como Coag (la coordinadora de asociaciones de ganaderos), han pedido contundencia en las sanciones a las empresas infractoras. En la actualidad, el máximo para este tipo de hechos es de 30.000 euros.

La asociación de consumidores Facua Andalucía fue la más crítica con la actuación de la Junta, al entender que la Administración "se ha dejado guiar por los intereses de patronales del sector agrario centrando los análisis en las marcas con los precios más bajos", afirmó Rubén Sánchez, el portavoz de la federación de consumidores. Al hacer públicos los resultados de los análisis, pero no el nombre de las empresas, Salud "puede provocar que los consumidores sospechen de la existencia de fraude en cualquiera de las marcas más baratas del mercado", advirtió Sánchez.