El juez pide la identidad de los que trataron al bebé de Ferrol

La muerte de un bebé por un error médico en el hospital público ferrolano ha entrado en la vía judicial. La juez ha dado orden de paralizar la incineración o el entierro del cadáver. Se trata de una medida cautelar, hasta determinar si los forenses necesitan nuevas pruebas para aclarar la muerte. El bebé, una niña, nació sana tras un parto natural el sábado por la tarde. Accidentalmente, el personal sanitario le inyectó a la recién nacida un fármaco coagulante destinado a su madre, que sufría una hemorragia en el útero. Pocas horas después, la niña falleció.

El juzgado de Instrucción número 2 de Ferrol, de guardia la noche del óbito, ya ha iniciado las diligencias para aclarar lo ocurrido y depurar responsabilidades. La juez, que actúa de oficio, ha pedido a la dirección del hospital Arquitecto Marcide que remita "con la mayor brevedad" los nombres de todos los trabajadores que atendieron al bebé "desde el momento de su nacimiento hasta su muerte", así como el historial clínico completo de la pequeña. A la fiscalía ferrolana no le sentó nada bien enterarse de lo ocurrido en el hospital por la prensa. El hospital informó de que había remitido el certificado de defunción del bebé al juzgado el lunes por la mañana. Sin embargo, el fiscal jefe de la ciudad precisa que el documento "no llegó o pasó inadvertido".

Investigación interna

La dirección del hospital, que asumió la muerte del bebé como un trágico "error colectivo", también ha puesto en marcha una "exhaustiva" investigación interna. El Marcide ya le practicó al cadáver una primera autopsia cuyos resultados remitirán a la familia. Los padres del bebé, que precisaron asistencia psicológica para afrontar la pérdida de su primera hija, esperan los resultados de ese informe para emprender, muy probablemente, acciones legales contra el hospital.

Los sindicatos, consternados, han cerrado filas en torno a la plantilla, afectada por lo ocurrido, y reparten la culpa. Evitan señalar a una persona como responsable de la muerte, pero investigan por su cuenta las circunstancias; tres médicos, un matrona y una enfermera, según el hospital. De fondo, creen que la problemática son los recortes del Sergas y la formación del personal de la listas de contratación, que "recién llegados de la facultad entran directamente a la UCI, o pasan por el centro con contratos de un día".