Maradona rompe el silencio

Mourinho decretó la ley del silencio y le abrió las puertas del claustro al hombre más ruidoso del mundo. Ayer se levantaron las persianas de Valdebebas y ahí estaba: Diego Maradona sentado en el banquillo del campo principal, hablando y gesticulando junto al entrenador del Madrid, que lo escuchaba con la mirada perdida, alternando palabras con risas y expresiones de profunda saudade. Así permanecieron los dos personajes, encantados el uno del otro, arrebujados en la caseta, durante las dos horas que duró el último entrenamiento del Madrid antes de recibir al Athletic.

Hace unos días Maradona envió un mensaje al club solicitando una visita para entrevistarse con Mourinho y asistir a un entrenamiento. Los dos técnicos se conocen desde hace años. Maradona lleva tiempo declarando su admiración por el portugués y sus métodos. Ayer ambos se reencontraron en un clima de aislamiento reforzado. Mourinho, sancionado con dos partidos de suspensión por menospreciar al árbitro Paradas Romero en la Copa, decidió no ofrecer conferencias de prensa. En su lugar, Karanka fue designado para hacerlo. Pero ayer también fue cancelada la conferencia de Karanka. El club quiere sellar sin más declaraciones la polémica desatada por el expediente abierto por la Comisión Antiviolencia a Mourinho y al entrenador del Sporting, Manuel Preciado, tras el cruce dialéctico que protagonizaron la semana pasada. Los dirigentes del Madrid, previa consulta con los servicios jurídicos del club, consideran que "es obvio" que Mourinho no incitó a la violencia al criticar al Sporting y están seguros de que el técnico no será castigado por ello.

Para recibir al Athletic, Mourinho convocó a Cristiano a pesar de sus molestias en el gemelo izquierdo. Canales es el único jugador que no entró en la lista.