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Divididos hasta en la indignación

PSOE y PP se acusan de fomentar declaraciones como las de Joan Puigcercós

Siempre se ha dicho que un enemigo común hace grandes aliados. Con el PSOE y el PP no funciona. Ambos partidos han presentado en el Parlamento autónomo iniciativas de condena a las declaraciones reiteradas del líder de ERC, Joan Puigcercós, sobre la supuesta objeción fiscal de los andaluces ("en Andalucía no paga impuestos ni Dios", dijo), pero el verdadero énfasis lo han puesto en atacarse y hacerse mutuamente responsables de la penosa estampa que tiene esta comunidad en el exterior.

La portavoz del PP, Esperanza Oña, sostuvo ayer que es el PSOE y, concretamente, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, quien "anima y alimenta" este tipo de insultos, y citó como ejemplo una reciente entrevista en la que el socialista afirma que en "Andalucía ha mandado la cultura de la subvención". A Oña le resultó "curioso" que el PSOE se "rasgue las vestiduras" ahora, "cuando durante los últimos 30 años, y por motivos electorales, le ha interesado vender una imagen distorsionada de lo andaluz y no ha censurado otras declaraciones que venían de su partido". "Algo tendrá que ver el Gobierno de la Junta en que se tenga una imagen tan vejatoria de la comunidad", subrayó.

La portavoz del PP exigió una rectificación inmediata a Griñán sobre su referencia a la cultura de la subvención, ya que, dijo, se ha convertido "en el mejor portavoz del nacionalismo insolidario e insultante". El PP pretende que el Ejecutivo andaluz se querelle contra Joan Puigcercós.

Los socialistas, por su parte, aseguran que es el PP el que ha fomentado durante lustros los tópicos de la Andalucía indolente, vaga y subvencionada, con sus permanentes apelaciones al voto cautivo, la sopa boba y todo tipo de estereotipos negativos para tratar de propiciar un vuelco electoral en la comunidad, que nunca ha conseguido. El portavoz del PSOE, Mario Jiménez, señaló que arremetidas como las del nacionalista crecen "en un terreno históricamente abonado por la derecha", "tienen la misma música que la de los dirigentes del PP con la letra en catalán", remachó.

Si Oña apuntó a Griñán, Jiménez lo hizo a Javier Arenas, el líder del PP andaluz. Le reprochó que no haya telefoneado al presidente andaluz para respaldar su declaración institucional de condena del pasado lunes. "José Montilla [presidente de Cataluña] sí lo hecho", dijo.

Mientras que los embates del PP han sido únicamente verbales y se han quedado ahí, el PSOE ha deslizado en la exposición de motivo de su iniciativa toda una carga de profundidad contra sus adversarios. El texto hace referencia, aunque sin dar nombres, a expresiones de dirigentes populares como Esperanza Aguirre, presidenta de Madrid, que "compara a los andaluces con gallinas, a las que se le dan pitas, pitas, pitas"; o Ana Mato, vicesecretaria de Organización del PP, quien dijo que los niños andaluces son "prácticamente analfabetos".

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Divididos hasta en la indignación, PP y PSOE deberán ceder mucho el próximo pleno (donde se abordarán las iniciativas de rechazo) para aprobar una resolución unánime y rotunda de repulsa. El periodista americano Richard Stengel dijo en una ocasión que tener un enemigo común no es una buena base para una amistad verdadera.

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