La única salida está en París
Una inmobiliaria francesa compra el 70% de la promotora de lujo Restaura
Hubo un tiempo en el que las inmobiliarias construían a lo largo y ancho de España y vendían a diestro y siniestro. Llegó a haber más de 42.000 promotoras, aunque pocas eran conocidas, porque al despacharlo todo apenas cuidaban su imagen. Pero no es el caso de Restaura. La inmobiliaria catalana fraguó una marca asociada al lujo, que se hizo conocida porque su nombre estaba en las lonas de grandes inmuebles en rehabilitación de Barcelona, Madrid, París, Berlín y Varsovia, y contó con ilustres socios como Amancio Ortega o las familias catalanas que integran el grupo inversor Metrópolis. En aprietos desde 2008, Restaura ha tenido que vender esta semana el 70% de la empresa a una inmobiliaria patrimonialista francesa al precio simbólico de un euro.
Financière Colbert asume 450 millones de deuda a cambio del 70% de la firma
La empresa catalana prevé volver a tener beneficios en 2014
La historia de los últimos dos años de Restaura es de fracaso y a la vez de éxito. La sociedad presentó uno de los concursos de acreedores más fugaces de los últimos años: apenas dos meses. La inmobiliaria consiguió refinanciar unos 230 millones de euros, pero no bastó. Lo puso todo en el escaparate: sus edificios y sus participaciones. "Solo este año hemos vendido 300 millones en activos, aunque en el peor momento y con pérdidas", explica el vicepresidente de la compañía, Xavier González.
La sequía financiera acabó asfixiando a la inmobiliaria, a la que a finales del año pasado se le abrió una puerta. Y ahí está el éxito: la venta a una sociedad patrimonialista francesa,
Financière Colbert, que concentra casi todos sus inmuebles en París, con las excepciones de algunas promociones en Saint Tropez y Marrakech. La firma de la operación estaba pendiente de una nueva reestructuración del pasivo de Restaura, que hoy asciende a unos 450 millones de euros, repartidos en préstamos bilaterales con 26 bancos y cajas. Pero el tiempo apremiaba. Los gestores tienen el compromiso de las entidades a las que deben el 80% del capital, pero siguen las arduas negociaciones para el resto.
A la vista de que la reestructuración de toda la deuda puede demorarse, Financière Colbert y Restaura han sellado esta semana el acuerdo por el que la firma francesa se queda con el 70% del capital de la sociedad por el precio simbólico de un euro. A cambio, la firma francesa asumirá la deuda de 450 millones y garantizará la viabilidad de la empresa con un plan de negocio que González define como "realista". "Está hecho para sobrevivir sin especular acerca de la recuperación del mercado", señala.
La hoja de ruta para la inmobiliaria, auditada por KPMG, se basa en conseguir que las entidades financieras condonen los intereses de los créditos que le concedieron y una quita del 50% sobre las pólizas sin garantía real, que suman unos 45 millones de euros. A corto plazo, Financière Colbert invertirá 25 millones de euros. "Calculamos que esta cantidad es la que necesitamos para estabilizar la compañía y dejarla fuera de riesgos", estima González.
La cantidad que aporte la inmobiliaria francesa debe servir para que Restaura pueda respirar y afrontar su estrategia comercial. Esta consiste en alquilar una parte considerable de la cartera de edificios e ir vendiendo otros activos a medida que los mercados y los precios vayan recobrando el pulso. Esa recuperación, a juicio de González, llegará antes a París, donde la demanda no ha languidecido como en España. Y prueba de ello es que ahí la inmobiliaria se ha deshecho de la mayoría de sus viviendas. La cartera de activos de Restaura es ahora de cerca de 300 millones y se concentra sobre todo en Madrid, Barcelona, Málaga, Varsovia y Berlín. En la capital alemana, que González considera un mercado "seguro", la inmobiliaria tiene sobre todo inmuebles en alquiler.
La empresa ya cerró 2007 con unas pérdidas de 6,52 millones de euros, según el Registro Mercantil. "Ese año ya veíamos que las ventas caían y que el mercado inmobiliario español empezaba a sufrir. Lo que no imaginábamos es la crisis financiera que tenía que llegar", explica González. Desde entonces, la empresa arrastra unos números rojos que prevé abandonar en 2014, de acuerdo con el plan de negocio trazado junto a su comprador francés.
La familia Solano, hasta ahora propietaria de la compañía, se quedará con el 30% restante de las participaciones. Sin embargo, Xavier Solano cederá su presidencia a la sociedad francesa. A partir de ahora, al frente de Restaura estará François Moulias, que ya es administrador de la empresa catalana desde que esta le abrió sus libros de cuentas para que pudiera realizar una auditoría con detalle de sus números. Financière Colbert mantendrá como número dos a Xavier González. Como consecuencia de los recortes de plantilla, que ha pasado de 220 trabajadores a 60, la empresa ha trasladado su sede de un inmueble propiedad del empresario gallego Amancio Ortega en la Gran Vía de Barcelona a una planta en un edificio noble de la rambla de Catalunya.
Precisamente, Restaura también era conocida por sus ilustres socios. La sociedad antes estaba compuesta por la empresa matriz y un centenar de filiales, muchas de las cuales compartía con cajas de ahorros e inversores. Una de ellas era Gadea Restaura, a medias con Ortega, que finalmente se quedó con la parte de la inmobiliaria. Restaura también llegó a un acuerdo de reparto de activos con el grupo inversor Metrópolis, formado por varias familias catalanas, entre ellas, los Ferrero (Nutrexpa), Emilio Cuatrecasas (Emea), Juan Manuel Soler (Quadis), Carmen Godia, Lluís Bassat, Jordi Clos (Derby Hotels), José María Xercavins, Santiago Oller y Antonio Vila Casas (ex propietarios de Prodesfarma) y la antigua Caixa Catalunya.
Sobre la mesa tiene ahora, no obstante, la amenaza de la sociedad Fonrestaura Internacional, en la que están Ortega, Caixa Laietana y Sa Nostra, entre otros. La entidad ha avisado a la inmobiliaria que estudia emprender acciones legales contra Restaura por "incumplir" medidas pactadas. -
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