Tres detenidos por secuestrar a un niño de 12 años por una deuda de juego de la madre
Los Mossos d'Esquadra detuvieron el miércoles por la noche a tres hombres chinos por secuestrar, presuntamente, a un niño de 12 años de la misma nacionalidad en Barcelona. El secuestro, que apenas duró 24 horas, está relacionado con una deuda de juego contraída por la madre de la víctima, que no llegó a un acuerdo con sus acreedores para devolverles el dinero, explicó ayer el intendente Jordi Bascompte, jefe de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos.
Los autores del secuestro, que permanecen ahora en la comisaría de Les Corts, son las mismas personas que, supuestamente, prestaron una cantidad importante de dinero a la madre. Al no ver satisfecho el pago en la forma en que lo exigían, los prestamistas decidieron retener al niño contra su voluntad el pasado martes por la tarde, en plena calle. El episodio fue presenciado por otros dos menores.
Pocas horas después de enterarse de la desaparición de su hijo, la madre acudió a la comisaría de los Mossos d'Esquadra del Eixample y denunció el caso.
El grupo de secuestros y extorsiones se hizo cargo de la investigación. La madre tuvo claro desde el primer momento que los responsables del secuestro eran las personas a las que debía dinero. Al facilitarles su identidad, los investigadores lo tuvieron más fácil para encontrarlos. Al día siguiente, el miércoles, los Mossos ya los habían localizado. Por la noche, agentes de esta unidad junto con los Grupos Especiales de Intervención (GEI) detuvieron a los tres individuos cerca de la torre Mapfre de Barcelona. Según fuentes policiales, no son personas violentas.
Los agentes comprobaron que el menor se encontraba en perfecto estado de salud y que no había sufrido ningún daño durante el cautiverio. La policía investiga ahora a qué cantidad asciende la deuda y por qué los captores decidieron cometer una acción tan contundente para recuperar el dinero.
Fuentes cercanas a la investigación detallaron que la mujer había pedido el dinero para intentar multiplicarlo en el juego ilegal, ya que había contraído anteriormente deudas por el funcionamiento de un negocio. "Hay gente que se siente amenazada en el barrio por estas personas que se dedican a prestar dinero de forma profesional y después extorsionan a los que no les dan el interés que piden", detallaron las mismas fuentes en alusión a la zona del Eixample en torno a la calle de Trafalgar, donde la comunidad china es numerosa.
"Primero intentaron arreglarlo y llegar a un acuerdo sobre el precio de la deuda. Pero no fue posible. En este caso, otros chinos de la comunidad no han intervenido para ayudar a la mujer y ha pasado esto", señalaron las mismas fuentes.
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