Los bares abrirán en Santiago 24 horas para los turistas que acudan a ver al Papa

La Xunta espera 200.000 visitantes mientras a los hosteleros se les caen las previsiones de lleno hasta el 60%. Pernocten o no en la ciudad, todos los que lleguen a Santiago para recibir al Papa podrán calentarse, resguardarse de la lluvia o tomar algo en cualquiera de los establecimientos hosteleros que tienen permiso para abrir 24 horas, durante todo el día de mañana. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pidió ayer que se informe de que todavía hay plazas de hotel, aunque "muchos tienen la bandera de completo".

Santiago recibirá a los visitantes con tiempo otoñal. Las temperaturas máximas no pasarán de los 16 grados y las lluvias aparecerán por la tarde, probablemente durante la misa que Ratzinger oficie en el Obradoiro. Con la carga y descarga prohibida durante todo el sábado, los hosteleros se organizaron por la semana para llenar sus almacenes, como si fuera "un día del Apóstol", explica la presidenta de la Asociación de Hostelería Nocturna, Inma Rúa. Los establecimientos funcionarán con normalidad -aunque no habrá terrazas en las plazas de A Quintana y Cervantes ni en la rúa Raxoi-, por lo que la preocupación de dueños y empleados es cómo llegar a los centros de trabajo. Todo el casco histórico estará cerrado a la circulación y aparcamiento de vehículos a partir de las diez de la noche de hoy. Ayer ya no se pudo aparcar en todo el recorrido que hará el Papa desde la rotonda de San Lázaro hasta el Obradoiro. La carretera nacional que va al aeropuerto estará cortada desde las 10 de la mañana hasta que pase el Papa.

El acceso a la zona vieja para peatones será libre. Sin embargo, habrá dos cinturones de control antes de llegar al Obradoiro, cuya situación no se facilitó por motivos de seguridad. Las personas que quieran entrar en la plaza, que se abrirá a las 8 de la mañana, no podrán hacerlo con mochilas y deberán dejarlas en alguna de las dos consignas preparadas.

La organización ha previsto aparcamientos al borde de la ciudad para los vehículos particulares, que estarán conectados con el centro mediante autobuses. Durante todo el recorrido habrá voluntarios de Protección Civil cada 400 metros y puestos de atención sanitaria en diversos puntos del casco histórico.

A última hora de ayer se reunió en la Alameda un grupo de medio millar de manifestantes contrarios a la visita bajo lemas como "Galiza laica" y pancartas que acusaban a la Iglesia de "homófoba" e" integrista". Tras las protestas, en un ambiente de tensión entre manifestantes y policía, se produjeron cargas de antidisturbios en distintos puntos de la entrada al casco viejo. Los incidentes continuaron más tarde en otros puntos de la zona histórica. Un operador de cámara de televisión fue detenido.