Tregua en la red

Las seis mejores tenistas españolas, que se negaban a jugar con la selección en 2011 por "las promesas incumplidas" de los federativos, disputarán finalmente la Copa Federación (la Davis femenina), en febrero y contra Estonia, tras reunirse ayer en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD), en Madrid, con Jaime Lissavetzky, el secretario de Estado para el Deporte, y José Luis Escañuela, el presidente de la federación española (FET).

Esto pasó durante más de cinco horas de reunión para que María José Martínez, Carla Suárez, Anabel Medina, Arantxa Parra, Lourdes Domínguez y Nuria Llagostera reconsideraran su postura. Las partes aceptaron crear un Consejo asesor del tenis femenino (consultivo, con presencia de los entrenadores, sus jugadoras, la FET y el CSD, y sin el poder ejecutivo que las tenistas pedían), además de sumar un fisioterapeuta al equipo médico, y discreparon, hasta interrumpir el encuentro, en las cantidades a recibir como internacionales.

El fijo por jugar fue el gran problema, dijo la FET. "No nos mueve eso", le respondieron

Tras descender del Grupo Mundial y jugar para no descender del Grupo II, las tenistas se repartieron 102.000 euros en 2009 (63.000 por la eliminatoria contra Australia y 39.000 por la de Polonia, sin contar los gastos de estancia). Para 2010 pedían 118.000, a dividir según su criterio. La FET se negó y el CSD acabó cubriendo la diferencia: aportará 16.000 euros más para la promoción del tenis femenino, que se añadirán a los más de dos millones que la FET ya tiene asignados.

Las tenistas -"no nos mueve el dinero; no cobramos nada que no hayamos cobrado antes", dijeron- lograron que las componentes de la selección aumenten hasta un mínimo de ocho y un máximo de 10 (así, los acuerdos beneficiarían hasta a la 240ª del mundo) y pidieron que se recuperara el nivel de premios del Campeonato de España, rebajado hace dos años tanto en hombres como en mujeres. Esto no se aprobó.

El lunes, las dos partes ya se reunieron en Barcelona. "La FET ha incumplido todo lo acordado verbalmente. Es imprescindible que dé su apoyo, cree la estructura y los servicios necesarios para el tenis femenino. En el Barcelona Tennis Olímpic y el Centro de Alto Rendimiento (CAR) no se nos da prioridad. Nos hemos visto no pudiendo preparar torneos del Grand Slam", dijeron las jugadoras.

"Aquí hay un asunto político y de negocio", reflexionaron los federativos, que intentaron demostrarles con documentos que sus peticiones de inversión ya habían sido cubiertas. "Las academias de sus técnicos son privadas. No tienen estructura médica, les faltan pistas y quieren que la federación se lo proporcione todo". Las tenistas no tendrán prioridad: aunque el CSD "exhortará" al CAR a construir las dos pistas perdidas por la construcción de una piscina, tendrán preferencia los becados. Los acuerdos tienen una vigencia de cinco años si Escañuela es reelegido. Si no, serán revisados por su sucesor.