Forlán, alma solitaria
El delantero lleva 10 partidos sin marcar y participa menos que nunca en el juego del Atlético
Desde que el Atlético lo compró en el verano de 2007 por 21 millones al Villarreal, la sospecha persigue como una sombra a Diego Forlán. Mientras Agüero, haga lo que haga, tiene metida en el bolsillo a la grada, el rendimiento del delantero uruguayo de 31 años, doble Bota de Oro, mejor jugador del Mundial de Sudáfrica, origina continuos debates sobre su fama de solista. Su actuación contra el Almería en el último partido de Liga acentuó la percepción sobre la escasa participación del rematador en el juego.
De acuerdo con las sensaciones que transmite, el espíritu de Forlán es menos gremial que nunca. Si en la temporada de 2008- 2009 intervenía en el juego una vez cada 2,5 minutos, cifra que elevó a una cada 2,9 en 2007-2008 y el curso pasado, en el que lideró al Atlético en la mejor temporada del club en 14 años, desde agosto la aportación del sudamericano ha caído a una intervención cada 3,4 minutos. En comparación, Messi interviene cada 1,8 minutos en el Barça y Cristiano cada 1,9 minutos en el Madrid. Dos casos excepcionales frente a otras figuras destacables como Higuaín (una cada 3) o Villa (3,2). Unos números que resaltan el carácter individualista del delantero, por más que Quique Flores resalte su pegada: "Si alguien puede hacer un hat trick contra el Madrid, ese es Forlán".
Quique le ha alineado varias veces pese a que los informes lo desaconsejaban
Con contrato hasta junio de 2013, Forlán es encantador cuando marca. Pero su comportamiento huraño si los goles faltan estimula las dudas sobre su implicación en el juego del Atlético, donde no ha repartido ninguna asistencia este curso frente a las cuatro de Cristiano, las tres de Higuaín y las dos de Villa -el mismo Forlán dio seis la temporada pasada-. "Estoy rebotado conmigo mismo", resumía estos días el delantero, que lleva tres goles y acumula 10 partidos sin ver puerta, su peor sequía. "En la letra de mi contrato no figura que tenga que meter goles, pero mi contrato personal sí lo dice", razona ante lo que entiende una eternidad. La relación con el resto de coristas del vestuario ahonda en la tesis de alma solitaria, como cuando discutió con Reyes en Getafe en enero pasado, acción que se ha repetido recientemente. O como cuando el matador rojiblanco recibió su segunda Bota de Oro en 2009, resultado de los 32 goles que catapultaron al equipo a la Champions. Ningún compañero del Atlético asistió al acto de entrega del premio.
"Quienes le critican le califican de individualista, de egoísta... Será lo que sea, pero te garantiza una cantidad de goles tremenda y por eso mismo se le permiten ciertas licencias. Es un goleador contrastado, que ha hecho mucho por esta casa y por eso está en lo alto del pedestal. Tiene patente de corso", cierra filas el cuerpo técnico. "Es injusto que se dude de él", esgrime su paisano Godín. Tanta proyección tiene Forlán que Quique Flores le hizo jugar esta temporada en varias ocasiones pese a los informes sobre su estado de forma. "Apenas participó en la pretemporada, así que nos preocupa cómo llegue a los meses de octubre y noviembre", vaticinaba el preparador físico, Jordi García, antes de la final de la Supercopa de Europa frente al Inter.
Tras verle en acción, la conclusión no pudo ser más rotunda: aunque ha progresado, Forlán no está para disputar "al 100%" tres partidos en ocho días. Esa fue la razón por la que el entrenador le dejó fuera de la convocatoria contra el Universidad de Las Palmas la semana pasada. "Para que haga trabajo específico", explicó Quique. Y esa es la razón por la que Diego Costa compartirá con Agüero el ataque del Atlético hoy ante el Rosenborg. "Lo que quiere decir que Forlán será titular en el Bernabéu el domingo. El Mundial le dejó fundido, pero ante el Almería se le volvió a ver parte de su chispa", pregonan los técnicos. Una chispa solitaria.
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