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INNOVACIÓN

La era del PC se agota

El directivo de Microsoft Ray Ozzie avisa de que debemos imaginar un mundo con otra informática - Jobs ya hizo un augurio similar

Tomàs Delclós

Nueva proclama sobre el cercano fin de la era del ordenador personal (PC). Y esta vez llega de la cima de Microsoft. Ray Ozzie, máximo responsable de la arquitectura de programas de la compañía, ha publicado en su blog que urge cerrar los ojos e imaginarse un mundo "post-PC". Ozzie fue el autor hace cinco años de un documento que Microsoft considera su manifiesto sobre la computación en la nube (los servicios alojados en Internet siempre disponibles desde cualquier máquina). Ozzie, que ha anunciado su marcha de la compañía, se despide con este augurio que suena a aviso corporativo. El ejecutivo asegura que la empresa ha andado un buen camino hacia este futuro, pero se está quedando detrás de Apple y Google a la hora de pensar en los móviles y las tabletas.

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No es el primer aviso de que el ordenador va perdiendo la centralidad que hasta ahora ha tenido en la informática. Steve Jobs, de Apple, hizo la misma predicción en junio y lo explicó con un ejemplo comprensible. "Cuando éramos un país agrario, todos los coches eran camiones, porque eso es lo que necesitaban las granjas. El coche se hizo más popular en las ciudades y cosas como la dirección asistida y el cambio automático se impusieron". Otro tanto sucederá con el ordenador. Dejará de albergar en su panza todos los programas y el internauta acudirá a la nube para escribir un documento, hacer un cálculo o jugar.

Miquel Barceló, profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña e historiador de la informática, recuerda que las necrológicas sobre el PC empezaron a escribirse hace 10 años. "Entonces se hablaba de ordenadores sin disco duro, como una herramienta únicamente pensada para la conexión a Internet donde estarían todos los programas y servicios. Es lo que ahora se conoce como la nube. Pero es que, además, aparatos móviles como el teléfono o las tabletas tienen una capacidad de procesamiento comparable a un ordenador tradicional". Para Barceló, solo se podrá hablar propiamente de la muerte del ordenador cuando llegue la "informática vestible", cuando en las gafas o la ropa se lleve todo la informática necesaria. "Hasta entonces, siempre hará falta una interfaz más o menos clásica, sea el ordenador o un teléfono, para llegar a la Red". En los años noventa, recuerda, también se habló del televisor como la pantalla que sustituiría a la del ordenador. "Un factor que retrasa este salto a cobijar todos los servicios en Internet es la inseguridad. Las personas y las empresas quieren tener sus datos almacenados en casa por miedo a la piratería o al robo". Barceló no descarta que la reflexión de Ozzie tenga que ver con la nueva apuesta de Microsoft en la telefonía móvil, su nuevo sistema operativo, con el que intenta acortar la distancia que le han cogido sus competidores.

Gregorio Martín, catedrático de Ciencias de la Computación de la Universidad de Valencia, está convencido de que este final llegará. "Por un lado, la computación se integra en dispositivos que no adoptan la forma tradicional del ordenador, como el móvil o la tableta. Por otro, la capacidad de computación se difunde en la nube de Internet. Un ejemplo claro de este proceso son las bases de datos. Antes, para construir una base de datos tenías que definir previamente una arquitectura de la misma que estructurara la información. Ahora, Google es capaz de resolver una consulta rastreando informaciones de todo tipo y no previamente organizadas. Es el lenguaje de las etiquetas que permiten administrar datos semiestructurados sin estar sometidos a una única arquitectura global". Para Martín, es cierto que se acerca el final del ordenador como "una máquina cerrada en sí misma". Antes, el ordenador albergaba la base de datos que se exploraba en la máquina. "Ahora es un interfaz para acceder y usar la información, esté donde esté". Y el mérito de este cambio no lo tienen los fabricantes de ordenadores, es de las telecomunicaciones.

En su texto, Ozzie advierte de que el internauta es menos dependiente de programas instalados en el ordenador y dirige su atención hacia aplicaciones y servicios innovadores ofrecidos desde la web. No todo, asegura, estará basado en teclados, ratones y pantallas, tendremos dispositivos "conscientes" que reconocerán, escucharán al usuario y lo que sucede a su alrededor y detectarán sus gestos. Ozzie admite que se necesita coraje para afrontar este cambio "tecnológicamente inevitable" que, supone, al mismo tiempo, un nuevo horizonte de oportunidades para la industria. Con la duda de si este debate es nominalista -¿no son ordenadores los teléfonos inteligentes?-, las cifras del mercado dan un descenso en el crecimiento de las ventas de PC (un 7% frente al 12% esperado) en el tercer trimestre de este año.

Ordenadores para el reciclaje.
Ordenadores para el reciclaje.REUTERS

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