El Racing aguarda a Nahuelpan

Cuando el pasado verano Canales decidió cambiar las barcazas del barrio pesquero por el transatlántico de Chamartín, la afición del Racing se quedó sumida en el desarraigo. Entregada a las últimas bocanadas de Pedro Munitis, que a sus 35 años apura las carreras con un voluntarismo conmovedor, la parroquia de El Sardinero asistió con tanta expectación como incredulidad a la llegada de dos suecos, Rosenberg y Kennedy, y un argentino, Ariel Nahuelpan, para suplir la orfandad dejada por el chico rubio. Por el momento, escasean las certezas, pero la confianza en los fichajes sigue intacta. Sobre todo en El Loco Nahuelpan.

Ariel Gerardo Nahuelpan es, a sus 23 años recién cumplidos, un apátrida del balón. Nació en Buenos Aires y se ganó cierto nombre en el Coritiba brasileño hasta que, el pasado verano, sus maletas aterrizaron en Santander. Su apellido, Nahuelpan, originario de la etnia huilliche, significa "tigre y león" y su espíritu sobre el césped anuncia garra y pelea hasta que lleguen los goles que promete. "Desde chico hacía locuras por conseguir goles. De ahí me viene el apodo", cuenta Ariel. Maneja sus 1,87 metros y sus casi 90 kilos con la introversión del recién llegado mientras asiste a las arengas y el revoloteo de Munitis. Su cabeza rapada, su gesto firme y su porte rotundo fijan a los centrales. "Es un delantero centro nato, de los de toda la vida. Es muy fuerte y la aguanta bien de espaldas para dar salida al ataque del equipo", cuenta Adrián González, otro recién llegado a Santander, hoy baja por lesión. La hoja de servicios de Nahuelpan presenta marcas meritorias. En el Coritiba marcó 13 goles en 38 partidos. En las siete jornadas de Liga disputadas hasta el momento tan solo el Zaragoza conoce su instinto goleador, pero él se vende bien. "No me gusta hablar mucho de mis características para que el resto de equipos y de defensas no tomen nota, pero además de gol tengo buena llegada y puedo armar el juego de mitad de cancha para adelante", apunta ufano.

Hoy en el Bernabéu Ariel tiene la oportunidad de presentarse al mundo. El Racing lo necesita. Es el segundo equipo menos goleador de la Liga (cuatro dianas, como Osasuna), solo por detrás del Depor (tres). "Necesitamos mucha suerte porque el Madrid es el equipo más equilibrado en defensa y en ataque", asume el técnico del Racing, Miguel Ángel Portugal.