El Consell grava con una tasa singular las piscifactorías

Los acuicultores valencianos tropiezan desde 2006 con una tasa que grava la pesca en los puertos de la Generalitat y que no se paga en ninguna otra comunidad autónoma. El impuesto en cuestión grava el 2% del valor total de la producción, una cantidad que es muy complicado estimar, según Javier Ojeda, gerente de Apromar, la patronal estatal del sector.

La tasa autonómica constituye un auténtico lastre para todas las granjas de peces instaladas en aguas de la Comunidad Valenciana, excepto las que descargan en el puerto de Sagunto, una infraestructura que depende de Puertos del Estado, no de la Generalitat.

La Consejería de Infraestructuras y Transportes admite que modificó una tasa que pagan los pescadores por uso de los puertos y se estableció en el 2% del valor de la producción descargada. "Es una fórmula como otra cualquiera y se paga en todas las comunidades autónomas", comentó una fuente de Infraestructuras.

El gerente de Apromar replica que los acuicultores no son pescadores ni son considerados pescadores en ninguna otra comunidad autónoma. "Los pescadores cobran un 2% sobre el precio de venta en la lonja y lo pagan directamente como impuesto", dice Ojeda, "pero nosotros no podemos hacer eso, trabajamos con márgenes demasiado estrechos".

10.900 toneladas

La tasa autonómica grava una actividad con grandes posibilidades en la Comunidad Valenciana. De hecho, las granjas de peces instaladas a lo largo de la costa copan un tercio de la producción española de dorada y lubina de crianza en piscifactorías. Según datos de Apromar, la producción de lubina y dorada en la Comunidad Valenciana alcanzó las 10.900 toneladas en 2009, el 29% de un total de 37.530 toneladas en toda España.

Las expectativas para 2010 arrojan un alza de producción hasta las 11.800 toneladas, el 33% del total estimado para toda España. La proporción de dorada es muy superior. En paralelo, la producción de lubina crece más.

Murcia ocupa el segundo lugar por volumen de producción de lubina y dorada, dos de las especies con mayor éxito comercial entre las que se crían en acuicultura. "Es la comunidad autónoma que menos impedimentos y más facilidades ofrece a la industria", apunta Ojeda.