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La 'marcha negra' concluye en A Coruña con la participación de unas 2.000 personas

Los alcaldes dan una semana de plazo para tener respuesta de Madrid

La batalla gallega contra el decreto del carbón que favorece a la producción nacional de las cuencas mineras de Asturias y León aúna adeptos. De todos los colores políticos, condiciones sociales y estatutos laborales. Estaban todos, o casi, ayer en A Coruña, en la concentración ante la sede de la Delegación del Gobierno en Galicia. Incluso el puerto coruñés, que cuenta entre sus principales negocios el carbón que suministra a la central térmica de Meirama, en Cerceda, no faltó a la cita: dos enormes grúas se desviaron de su habitual giro y engalanaron el cielo de la entrada viaria principal de la ciudad con un contenedor suspendido y una pancarta: "Meirama y As Pontes, libre competencia".

Dos millares de personas (1.500 según la Policía local, 3.000 para los organizadores) acudieron ayer a la concentración, el colofón de la marcha negra que protagonizaron los últimos días trabajadores de las dos centrales térmicas de Galicia, las de As Pontes y Cerceda, encabezadas por sus respectivos alcaldes, ambos socialistas.

Durante todos esos días de recorrido por las carreteras recibieron apoyos, institucionales o simplemente anónimos. Incluso en el corazón de la capital provincial, hubo público al margen de la manifestación que se acercó a aplaudir y respaldar la protesta.

"Se están buscando soluciones", se limitó a prometer el delegado del Gobierno, el también socialista Antón Louro, al recibir en su despacho a una representación de los movilizados y los dos regidores, quienes le entregaron un manifiesto de apoyo a sus reivindicaciones firmado por 4.000 personas y una cuarentena de alcaldes.

Ante la Delegación del Gobierno estaban cargos públicos de todos los partidos. "Recibimos cada vez más apoyos, pero estoy muy sorprendido del respaldo institucional de los alcaldes", remarcó el regidor de As Pontes, Valentín González. "Sí, el delegado del Gobierno reconoce que hay un grave problema", agregó.Pero desde el Ministerio de Industria del Gobierno de Rodríguez Zapatero, "no sólo no hay respuesta, tampoco ni la más mínima sensibilidad social", se quejó el regidor de As Pontes. Una semana de margen darán al Ejecutivo para recibir respuesta a sus reivindicaciones, que remiten a que el apoyo a la producción de carbón nacional que se extrae en Asturias y León, más contaminante y menos eficiente, no perjudique a las térmicas de Galicia, que funcionan con materia combustible de exportación que cumple los requisitos europeos de menos contaminación y mayor rendimiento.

"Esta movilización es sana, muy limpia y contundente, no hay siglas políticas, y vamos a intensificar la acción política pero sin abandonar la presión social", insistió González. A la espera estarán esta semana de las gestiones que prometieron realizar el secretario general del PSdeG-PSOE, Pachi Vázquez, y el delegado del Gobierno, Antón Louro.

Ante la multitud concentrada, el alcalde de As Pontes recordó que esta localidad, que ya lleva medio siglo albergando una de las mayores centrales térmicas de España, la de Endesa, subrayó que nunca protestaron "por nada, ni cuando nos pusieron la chimenea más grande de Europa a 500 metros del casco urbano, ni cuando abrieron un lago en el corazón" del municipio. Pero ahora sí, habrá guerra, aseguró.

El alcalde de Cerceda, José Luis García Liñares, afirmó que la marcha negra había sido "el camino de la justicia, la razón y la dignidad" para reivindicar el "derecho a trabajar", y sostuvo que el ministerio tiene que garantizar un "mínimo técnico" de producción a las térmicas gallegas para evitar la pérdida de empleo que se asociará a la paralización de la actividad.

"No al decreto del carbón", "los culpables están ahí", corearon los manifestantes. Aunque hubo algún momento de silbidos y eslóganes enfrentados cuando los de la CIG y el BNG impusieron un rato sus gritos de "PSOE, PP, a mesma merda é". En la movilización participaron, entre otros, el presidente de la Diputación de A Coruña, Salvador Fernández Moreda, el delegado de la Xunta en A Coruña, Diego Calvo, y el diputado Francisco Jorquera.

También participó una amplia representación de alcaldes de las dos comarcas afectadas y la plataforma en contra del decreto del carbón, en la que se integran el BNG y los sindicatos CIG y USTG.

Concentración ante la Delegación del Gobierno en Galicia que puso colofón a la marcha de los trabajadores de las térmicas.
Concentración ante la Delegación del Gobierno en Galicia que puso colofón a la marcha de los trabajadores de las térmicas.G. T.

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