El virus policial de Torrox

Algo muy grave debió de ocurrir en la jefatura de la Policía Local de Torrox (18.460 habitantes, Málaga) para que 21 de sus 31 agentes se dieran de baja durante las fiestas de la Virgen de las Nieves y San Roque, celebradas el fin de semana pasado. Solo trabajaron el jefe de la Policía Local, José Roque Fernández, y otros tres agentes, que tuvieron que emplearse a destajo y contar con la ayuda de Protección Civil y Guardia Civil para que los visitantes del de pueblo, de calles empinadas, no notara las ausencias. Torrox tiene la complejidad añadida para la vigilancia urbana de contar, además del casco original, con varios núcleos distantes entre sí en la costa, donde se concentra la mayoría de los residentes, muchos de ellos no censados y entre los que hay una cuantiosa colonia de alemanes.

Los policías se niegan a hacer horas extras porque no se les pagan

Un vigilante de seguridad, contratado para la ocasión, respondía al teléfono de la Jefatura de Policía Local. El lema de la policía torroxeña: "Tu policía... siempre cerca de ti", parecía una ironía. "La imagen que se ha dado es lamentable", reconoce el jefe policial.

Ni la alcaldesa, Toñi Claros (IU), ni el concejal de Seguridad, Manuel Palomas (PP) reconocen conflicto alguno con la plantilla policial. "Normalmente, se dobla el servicio en feria y nos encontramos con que la mitad de los agentes se había puesto enfermo", explica la regidora.

El sindicato policial UPLB-A, en el que están afiliados el 70% de los agentes, atribuye la espantada a la mala relación que tienen con su superior. "El 15 de agosto, en la feria de El Morche -uno de los núcleos costeros-, se echaron muchísimas horas extras y el jefe se negó a pasarlas al Ayuntamiento para el cobro, alegando que el trabajo de la plantilla había dejado mucho que desear", explican desde el sindicado. "Suponemos que los agentes han reaccionado así porque no querían verse de nuevo en esa situación", añaden.

El plante policial no sentó nada bien a los hosteleros. "Se han tomado la feria de vacaciones. Dicen que había una patrulla pero debía de ser fantasma, porque nadie la ha visto", protestaba indignado el propietario del bar La Biznaga, situado en la céntrica plaza de la Constitución. En la barra, un miembro de Protección Civil, asiente. "Si no fuera por el apoyo de Proteccón Civil la feria hubiera sido muy chunga", considera.

En el pueblo, que presume del mejor clima de Europa, se habla de un problema puramente económico. La alcaldesa, que gobierna con una coalición de cuatro partidos (IU, PP, PA y una formación independiente), elude entrar en el fondo. "Se han abierto los expedientes y se estudiará cada caso, para sancionar a quienes no puedan acreditar su ausencia del puesto de trabajo", explica.

Las revisiones afectan a 26 de los 31 agentes locales del municipio, según datos del Consistorio.

"Las horas extra son voluntarias y no nos merecía la pena", concede un agente que pide el anonimato. "Han estado llamando desde el Ayuntamiento para que vayamos y nadie ha cogido el teléfono". A esta situación, se añade el malestar de los agentes por el cambio de turnos impuesto por el responsable de la plantilla policial el pasado 3 de octubre. El sindicato UPLB-A denunció el jueves al Ayuntantamiento que el cuadrante atentaba contra la ley de conciliación familiar. "La situación policial de Torrox es un verdadero caos", dicen en la formación sindical.

Otro agente que también pipermanecer en el anonimato se queja de la presión que ejercen los sindicatos y el clima de tensión que se vive en la Policía Local torroxeña, especialmente tras las últimas elecciones municipales. "Vivimos con un piquete permanentemente", denuncia el agente.

El jefe policial, José Roque Fernández, incide en que por encima del derecho a aceptar un servicio extraordinario de los agentes figura el principio básico de "especial dedicación", que se les exige en la ley orgánica. "Como policías están obligados a intervenir y más cuando hay situaciones urgentes, o de crisis (...) Me parece una irresponsabilidad y una falta de respeto que más de un agente se haya estado paseando por la ciudad en plena feria".

El mando define como "buena" su relación con la plantilla. "Hay antecendetes de conflictos, pero no sé si en este caso habrá alguna reivindicación encubierta", considera. Sobre la mesa, los únicos problemas que reconoce, son las órdenes de servicio pendientes de resolver.

La feria ya pasó y con ella se calmó la enfermedad, pero el virus permanece larvado.