El ex alcalde malversador promueve desde la cárcel una lista electoral

José Antonio Rodríguez Ferreiro, el ex alcalde de Os Blancos que proclamaba su única fidelidad a Dios, la Virgen y José Luis Baltar y que acabó en la cárcel por malversar más de 200.000 euros del Ayuntamiento que presidía, consiguió el tercer grado hace apenas mes y medio sin haber cumplido más que un año de los cinco y tres meses de condena. En cuanto puso un pie en la calle, Ferreiro acudió a revisar las cuentas de su constructora y se enojó con el gestor, el concejal número cinco del PP y secretario local de este partido en Xinzo de Limia, el también baltarista Antonio Pérez, que la próxima semana sustituirá a Isaac Vila en la alcaldía. A Rodríguez Ferreiro le revisan ahora el tercer grado.

El preso dejó la gestión de sus finanzas al nuevo alcalde de Xinzo

Prisiones pide que se le retire el tercer grado concedido por el juez

Molesto por la forma en que fueron gestionadas sus finanzas, según sostienen fuentes del PP, Ferreiro comenzó, durante sus estancias diurnas en la calle, a mover influencias para propiciar una lista alternativa a la de Pérez para las municipales, la Asociación de Populares de A Limia. Pero el jueves pasado, la junta de tratamiento de la cárcel de Pereiro de Aguiar pidió a Instituciones Penitenciarias la revisión del tercer grado del preso y su regresión al segundo grado. Y de momento, el ex regidor permanece en el módulo cuatro sin salir a la calle.

Mientras el ex alcalde de Os Blancos espera la decisión de Madrid, el PP ourensano lleva a cabo en Xinzo, y con urgencia, el relevo del incombustible Isaac Vila. Tras 25 años al frente del gobierno local (sin contar seis años en los que estuvo inhabilitado por vender productos de su empresa a la Diputación de la que era vicepresidente) Vila renuncia hoy al cargo, a los 74 años, presionado por Baltar, según las mismas fuentes del PP, aunque se aferra a un escaño de concejal y mantiene su acta de senador. El veterano político dice oficialmente, a través de un comunicado remitido por el PP, que se va porque sus nuevas responsabilidades en el Senado no le dejan tiempo suficiente para la alcaldía. Pero ha conseguido quedarse como concejal responsable de Hacienda mientras su número cinco da un salto a la presidencia de la corporación local "para foguearse" en los meses previos a las elecciones.

Vila se aparta por "disciplina al partido y a Baltar", según ha comentado a sus próximos, mientras Antonio Pérez consigue la alcaldía en medio de la refriega interna del PP no sólo alentada por el presidiario ex regidor de Os Blancos, sino por otro sector afín a los oficialistas de Feijóo. Entre estos se encuentra el concejal número seis de la corporación, Alfonso Patricio Nóvoa. Este intentó disputar, sin éxito, la secretaría local a Pérez que se hizo con el poder local en un congreso en el que votaron solo 300 militantes de los 1.700 que el PP dice tener en A Limia.

Con el partido dividido en una comarca clave para la mayoría absoluta del PP en la Diputación, socialistas y nacionalistas consideran un "atraco a la voluntad popular" que Vila renuncie a siete meses de los comicios, mientras queda en la corporación local. Los socialistas hablan ya de "cesiones" de Vila ante las "presiones de José Luis Baltar" para colocar de alcalde al concejal de Tráfico. La portavoz del PSdeG en Xinzo, Elvira Lama, sostiene que "algún día saldrán a la luz" las razones por las que Baltar elige a Pérez como alcalde.

El BNG, por su parte, alerta de la irregularidad de la convocatoria del pleno extraordinario por el que Vila renunciará hoy al sillón de mando. El portavoz nacionalista, Amador Díaz, ha registrado un escrito reclamando informe de la secretaría municipal que justifique la urgencia de la sesión y la legalidad del pleno del lunes, convocado antes de que se conociera la decisión de Vila de dimitir. Para el BNG esta urgencia solo evidencia el intento del PP de "legitimar a toda costa como alcalde" a Antonio Pérez "a quien ni los suyos quieren".

Mientras tanto, en la cárcel ourensana, el preso Rodríguez Ferreiro, que disfrutaba de la calle todos los días y tenía fines de semana, "no sale". Así consta en el acta de la junta de tratamiento del 7 de octubre que propone a Instituciones Penitenciarias que se le rebaje al segundo grado, después de que un juez le concediese el tercero en contra de la dirección de la cárcel.