El estatus
Quienes no hayan leído todavía a Alberto Olmos quizá quieran comenzar por su última novela, sin duda la más imaginativa de las que ha escrito hasta ahora. El estatus relata la historia de una mujer y su hija, doña Clara y Clarita, que se mudan del campo a la ciudad para reunirse allí con el padre de familia, un hombre de negocios que está a punto de regresar de las islas donde ha pasado los últimos años. Puesto que el espacio y el momento histórico de la novela son indeterminados (aunque haya algunos nombres vagamente germánicos), lo que llega al lector es la mera sustancia del relato. A la intriga de las dos mujeres que esperan hay que sumar el motivo literario de la casa encantada, ya que el edificio donde se instalan junto a la criada Patricia, y también habitado por Jesualdo, el portero mudo, parece lleno de fantasmas. También encarna su propio conflicto doña Clara, la burguesa insatisfecha y maltratadora que se evade de la realidad leyendo mientras busca aventuras amorosas con el servicio. Capítulo aparte merece el papel de la hija, cuya visión inocente de los sucesos nos recuerda el papel fundamental de la fantasía para hacer del mundo un lugar menos prosaico. Simbólicamente, El estatus se abre a múltiples interpretaciones, lo que es de por sí un indicio de su calidad literaria. La circularidad de la historia, por ejemplo, puede entenderse como un reflejo de esa inagotable recurrencia de las fuerzas vitales que mueven a los hombres, aunque no sabría decir si la novela lo plantea como un bien o como una maldición. En cuanto a la existencia simultánea de la madre y la hija en dos mundos, uno material y otro espiritual (o fantasmal), el asunto daría para otras consideraciones nada banales, como la del ser del alma. Dicho esto, hay que destacar la fluidez del relato, el acierto en el tono y, pese a algunos calcos de expresiones inglesas ("ahora la puedes ver cada día", por "todos los días", página 133), el buen hacer de Olmos. Los que ya lo hayan leído estarán de enhorabuena.
El estatus
Alberto Olmos
Lengua de Trapo. Madrid, 2009
163 páginas. 15,95 euros
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