Enciso para la actividad municipal como respuesta a la huelga de Elsur
El alcalde de El Ejido desalojó los edificios del Ayuntamiento antes del mediodía
El alcalde de El Ejido, Juan Enciso (PAL), dio ayer una nueva muestra del perfil autoritario con el que concibe su cargo. Poco antes del mediodía, Enciso ordenó la paralización de la actividad municipal y mandó cerrar todas las dependencias del Ayuntamiento como respuesta a la tercera jornada de huelga de los trabajadores de Elsur, la empresa concesionaria de servicios y centro de las investigaciones de la operación Poniente en la que el propio alcalde está imputado por el presunto saqueo de las arcas municipales. Los trabajadores de Elsur habían previsto una nueva concentración después de que los 13 miembros del comité de empresa pasaran la noche encerrados en el Patio de Luces del edificio del Consistorio para reclamar el pago de los 760.000 euros que la empresa adeuda a los 379 los trabajadores en concepto de salarios atrasados.
El equipo de gobierno salió por la puerta de atrás para no ser visto
Enciso quería evitar un nuevo encierro y, quince minutos antes del mediodía, todos los centros municipales (desde las concejalías hasta la piscina pública) recibían una llamada del área de Personal mediante la que se les apremiaba, por indicación expresa del alcalde, a abandonar las dependencias y desalojar al público antes de las doce, hora en la que estaba prevista la concentración de los trabajadores que planeaban un nuevo encierro en el edificio del Ayuntamiento.
Con este decisión, una reacción sin precedentes en la historia de El Ejido, tan solo a la altura de otras medidas impopulares tomadas por el regidor durante los sucesos de origen racista acaecidos 10 años atrás en esta localidad -cuyos principales ingresos proceden de la actividad e industria agrícolas-, Enciso retoma un estilo que además imita su concejal de alcaldía, José Añez. Según el presidente del comité de empresa de la empresa mixta, Abraham Martín, ayer por la mañana, Añez aseguró: "Los trabajadores cobrarán cuando a mí me dé la gana". Además, el número dos de Enciso en el Consistorio se negó a dialogar con ellos a pesar de que el 30% del capital de Elsur es municipal y de que el Ayuntamiento adeuda 97 millones de euros a la empresa, centro de la presunta trama de corrupción destapada hace ahora casi un año.
Después de limpiar de funcionarios y público el Ayuntamiento, el centro cultural, la biblioteca, centro de deportes y el resto de instalaciones municipales, la mayor parte del equipo de gobierno municipal salió por la puerta de atrás tratando de no ser visto, mientras que el alcalde lo hizo vía subterránea, directamente desde el ascensor de su despacho, como acostumbra a hacer desde su salida de prisión -el 15 de junio- donde estuvo por orden judicial ocho meses como imputado en la operación Poniente por delitos de blanqueo de capitales, cohecho, malversación de fondos, tráfico de influencias y falsedad en documento mercantil.
El PSOE, principal partido de la oposición, reaccionó a la decisión del alcalde con la promesa de que "tomará medidas" pues considera que el cierre de las oficinas municipales fue "en contra de los derechos de los ciudadanos" en lo que los socialistas llegaron a calificar como "la mayor burrada del alcalde", según palabras del concejal José Miguel Alarcón.
Por su parte, el PP volvió a solicitar la disolución de la Corporación municipal para lo que pide la "ayuda" de la Junta de Andalucía para, según afirmó ayer el candidato popular a la alcaldía de El Ejido, Francisco Góngora, "adoptar medidas extraordinarias".
Comisiones Obreras también cree que los hilos han de moverse en Sevilla. La central sindical ha pedido al consejero de Empleo, Manuel Recio, que interceda para que entidades como Cajasol o Abengoa -matriz de la compañía Agua y Gestión, propietaria del 70% restante de Elsur- ayude a pagar los salarios atrasado de los trabajadores.
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