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Reportaje:El campeón de la NBA contra el campeón de Europa

"No quiero acabar como Custer"

Phil Jackson, el mítico entrenador de los Lakers, se previene contra un error de estrategia tanto ante el partido de hoy con el Barça como frente al reto de sumar el tercer anillo sucesivo

Robert Álvarez

Sus movimientos son lentos y su mirada es directa y penetrante. Sus respuestas son tan cáusticas que, a veces, resulta difícil discernir si es irónico o sarcástico. Tiene 65 años y 11 anillos, lo que equivale a decir que es el entrenador que más éxitos suma en la historia de la NBA. Phil Jackson toma asiento en el Palau Sant Jordi en una silla especial, el doble de alta de lo habitual, como la que ocupa en el banquillo del Staples Center y que le ayuda a acomodar sus maltrechas caderas. Hoy, los Lakers juegan contra el Regal Barcelona, el campeón de la NBA contra el de Europa.

Jackson se toma unos segundos antes de evaluar la posibilidad de que los Lakers alcancen su tercer título consecutivo esta temporada. "Esta será posiblemente mi última batalla y confío en no acabar como el general Custer en Little Big Horn, precisamente en Montana, donde yo nací". Alude a la pésima estrategia urdida por Custer en la célebre batalla de 1876, cuando decidió dividir su comando, el famoso Séptimo de Caballería, lo que permitió que los sioux y los cheyennes les masacraran en una de las mayores derrotas del Ejército de Estados Unidos. Jackson huye de las respuestas tópicas. A veces recurre a su afición a la historia y la lectura. Lo hizo al ponerse en el pellejo del famoso general, finalmente un perdedor, cuando él es todo lo contrario, un ganador nato.

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El tercer título consecutivo es el reto a largo plazo, allá cuando se decida la temporada, entre abril y junio. Hoy, a Jackson y sus Lakers les espera un reto mucho más intrascendente, pero en el que, de una manera u otra, va a estar en juego su carisma y su prestigio de campeones de la NBA. El hecho de que les aguarde nada menos que el campeón de Europa, el Barcelona, en un Palau Sant Jordi lleno a rebosar, con 17.000 espectadores que pagaron entre 37 y 257 euros por sus localidades, agotadas en cinco días y hace ya varios meses, les exigirá una concentración y una seriedad que no se avienen con el rosario de actos de promoción y publicidad aderezados con alguna salida turística.

Jackson vuelve a la carga: "Hemos jugado bien en el clinic (una lección dirigida a unas decenas de niños en el mismo Palau Sant Jordi por los jugadores de los Lakers y varios ex del Barcelona), pero no en el entrenamiento. Además, cinco han llegado tarde esta mañana al autocar por culpa de Pau, que aprovechó la ocasión para enseñarles la ciudad. No les vamos a multar, pero mi preocupación es que podamos jugar de forma competitiva. Va a ser un reto para nosotros porque ellos están mejor que nosotros físicamente, más en forma".

Miami Heat, con LeBron James y Chris Bosh, además de Dwyane Wade, se ha erigido en la principial referencia de los equipos que aspiran a destronar a los Lakers. "No nos afectan los cambios que ha realizado Miami. Solo lo hará si nos lo encontramos en la final. Vamos a centrarnos en lo nuestro. Según la manera como podamos encajar a los cinco jugadores nuevos que tenemos se sabrá si somos candidatos a ganar de nuevo el título".

La temporada, la posibilidad de alcanzar otra vez el título, dará para otro debate de fondo, con Michael Jordan y Kobe Bryant en liza. "Si alguien puede juzgar soy yo", proclama Jackson, que ganó seis anillos con los Bulls de Jordan y los otros cinco con los Lakers de Kobe. "Nos encantaría la idea de que Kobe sumara su sexto anillo y seguro que Jordan estará a la expectativa".

Kobe, que se recupera de una operación en una rodilla, espera jugar contra el Barcelona bastante más de los seis minutos que tuvo contra Minnesota el lunes en Londres. "Juegan fuerte y muy compenetrados", elogia Bryant al Barça; "no tengo ninguna duda de que es un equipo que podría jugar en la NBA. No me apetece mucho jugar no estando completamente bien de salud. Estaría más motivado si se tratara del final de temporada o una serie contra el campeón de Europa".

Peor será para Bynum o Walton, bajas. Pero el cartel promete: Ricky-Fisher, Navarro-Kobe, Mickeal-Artest, Morris-Odom o Gasol-Vázquez. Ríe el 24 de los Lakers, vestido totalmente de negro, y piropea a su amigo Pau Gasol: "¿Qué? ¿Cómo? ¿Si cambiaría a Bosh y Wade por Pau? No. ¿Por qué? Porque me gusta Pau".

Phil Jackson, rodeado por Kobe Bryant, Lamar Odom y Pau Gasol, ayer en el Palau Sant Jordi.
Phil Jackson, rodeado por Kobe Bryant, Lamar Odom y Pau Gasol, ayer en el Palau Sant Jordi.AFP

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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