El peso del PSOE de Cádiz en la dirección regional sigue en el aire tras el congreso

Casi siete meses después de que el PSOE andaluz encumbrase a José Antonio Griñán como secretario general en un congreso extraordinario, el papel del PSOE de Cádiz en la ejecutiva regional sigue sin estar claro. En teoría, a los socialistas gaditanos les corresponde el área de Política Institucional, tradicionalmente con bastante relevancia, pero las competencias de esta secretaría siguen en manos del número dos del partido, Rafael Velasco.

Este cargo iba a ser para Francisco González Cabaña, quien en el último día del congreso renunció a él porque le obligaba a dimitir como secretario provincial de la agrupación de Cádiz, presidente de la Diputación y alcalde de Benalup. No era ninguna imposición legal, sino una directriz muy clara de Griñán, quien desde el primer momento exigió dedicación exclusiva y plena a la docena de dirigentes que integran la comisión permanente del PSOE de Andalucía. La renuncia de Cabaña también se debió a que en el organigrama final figuraba en un puesto más bajo del previsto.

A esta situación se le iba a poner remedio en el comité director del pasado mes de julio. La persona propuesta por el PSOE de Cádiz para asumir la secretaría de Política Institucional era María Colón, responsable de Agricultura. El nombramiento no se produjo porque la ejecutiva regional consideraba que no era conveniente el cambio de interlocutor socialista en varios asuntos clave para la dirección, sobre todo, el de las cajas de ahorros.

La solución que ha buscado la ejecutiva regional para paliar en parte esta pérdida de visibilidad y de peso del PSOE de Cádiz -ya de por sí muy mermado tras la lógica marcha de Luis Pizarro de la dirección regional- ha sido dar cabida a Colón en la comisión permanente, el núcleo duro donde se lleva el día a día del PSOE andaluz. Fuentes de la dirección de Cádiz aseguran que no van a plantear ninguna reclamación del área de Política Institucional.

La exigencia de dedicación plena que impuso Griñán a los componentes de la comisión permanente sigue teniendo una excepción, la del secretario de Comunicación y portavoz de la ejecutiva, Francisco Conejo, que mantiene el cargo orgánico que ya tenía con anterioridad como secretario de Organización en la dirección provincial del PSOE de Málaga.

En principio, cuando fue requerido por Griñán para un puesto además de tanta exigencia y tan expuesto como actuar de portavoz de la ejecutiva, se concedió a Conejo un margen hasta el verano para que dejara su puesto en Málaga. De hecho, se le nombraron dos adjuntos en la dirección provincial, Cristóbal Fernández y Pilar Serrano, y se marcó el periodo transitorio.

Sin embargo, Griñán ha accedido a que Conejo mantenga la compatibilidad de cargos orgánicos hasta las elecciones municipales, ya que el PSOE de Málaga lo reclama para que tenga un papel principal como coordinador electoral dada su experiencia en campañas anteriores y ante las enormes dificultades por la que atraviesa la formación en los principales municipios malagueños.

Conejo insiste en que se trata de una situación "muy excepcional" pero fruto de un acuerdo con la ejecutiva regional. Recuerda además que él es el único miembro de la permanente que no tiene cargo electo o institucional, con el que los otros miembros si tienen que compartir sus funciones orgánicas.