Multa a los acusados por la muerte de tres senderistas por el tren

El proceso judicial abierto por la muerte de tres excursionistas, arrollados por el tren a la altura de Agua Amarga, sur de Alicante, la noche del 27 de septiembre de 2002, se ha quedado en multas por falta a tres de los acusados y en la exculpación para el cuarto, el maquinista del convoy. Los procesados, el ex presidente y el vocal de la entidad organizadora de la excursión (la Unión Excursionista de Elche), y el encargado del apeadero de San Gabriel se conformaron con las imputaciones, una vez que las acusaciones rebajaron sustancialmente las penas inicialmente solicitadas. La conformidad de los procesados abortó la celebración de la vista oral prevista en la mañana de ayer en el Juzgado de Lo Penal número 4 de Alicante.

El fiscal solicitaba tres años y medio de prisión para el vocal y el ex presidente de la Unión Excursionista de Elche, Licinio Antón y José Cordobés, respectivamente, por considerar que no verificaron correctamente el horario de los trenes y permitieron a los senderistas caminar por el lugar del atropello. Para el encargado del apeadero, pedía dos años y medio de cárcel porque supuestamente vio a los excursionistas iniciar la marcha, pero no advirtió de ello al maquinista. El fiscal no acusaba al maquinista por considerar que el tren circulaba a una velocidad correcta, incluso inferior a la permitida.

En el acto de conformidad de ayer, el fiscal varió la calificación de los hechos de homicidio por imprudencia a una falta por imprudencia con resultado de muerte, que comportará una multa económica de 2.520 euros para cada uno de los tres procesados.

Pese a este acuerdo entre las partes en la vía penal, el caso no está aún cerrado, ya que queda pendiente delimitar la responsabilidad civil y las correspondientes indemnizaciones para las víctimas. En este apartado, el fiscal solicita 120.000 por cada uno de los tres fallecidos.

El fatal accidente costó la vida a una niña de 12 años, su madre y su tía. Otros cuatro miembros más de la excursión resultaron con heridas graves. El grupo de senderistas lo integraban un total de 150 personas que realizaban una marcha nocturna por el litoral, entre la ciudad de Alicante y la población de Guardamar del Segura.