Refuerzo policial en las calles
La lotera de la Campana, en el kilómetro cero de Sevilla, no quería hacer huelga. El piquete más grande que recorría el centro de la capital hispalense le conminó a bajar la persiana. Pero junto al casi un centenar de sindicalistas circulaban también por las calles comerciales sevillanas otro centenar de policías que aseguraban el derecho al trabajo: el gran piquete policial, lo bautizó Francisco Carbonero, secretario general de las Comisiones Obreras de Andalucía.
La lotera no cerró. También levantó su persiana El Corte Inglés del Duque. Y se podían comer churros con chocolate en el café bar Duque, en la esquina opuesta a la sede central de Comisiones Obreras, en la misma plaza. Eso sí, los que entraban en el gran comercio se llevaban una buena ración de insultos.
El piquete policial mantenía al sindical a raya. También a la prensa, a la que algún mando llegó a pedir la documentación. El equilibrio de efectivos era más que sorprendente.
"Hay tres policías por cada miembro del piquete", relataba uno de los sindicalistas de la UGT. Desde la Jefatura Superior de Policía se minimizaban las críticas sindicales. "En Sevilla capital solo hemos reforzado la mañana con 60 efectivos del turno de tarde, más los ochenta y tantos de día. Pero es cierto que los grupos de barrios se han concentrado en sitios estratégicos", afirmaba un portavoz policial.
Otras fuentes policiales indicaron que ayer no había permisos ni licencias para los policías de uniforme: unos 300 de las cinco Unidades de Intervención Policial o Antidisturbios y más de 600 de seguridad ciudadana. En total, más de 1.300 agentes en la calle.
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