El Depor se mete en el hoyo
Uche evita con un par de tantos que Lillo sea destituido como técnico del Almería
Incapaz de enhebrar el juego y sacar fruto de sus escasísimas apariciones por el área ajena, el Deportivo se ha metido en el hoyo. Ya no le alcanza con su proverbial capacidad defensiva para sostener un teatrillo que se derrumba por todos los costados. Por el de un técnico a la búsqueda desesperada de remedios; el de un grupo de futbolistas en el que, sea por experiencia, físico o capacidad, abundan aquellos que están muy justos para competir en la máxima categoría, o el de un presidente que llevó al club a la cima, pero que ahora está maniatado para ofrecer soluciones ante la deuda generada en los últimos años de su gestión. Por eso la afición se entrega a un genio en retirada como Valerón; por eso Lotina fía su fortuna a Lassad, un chico que llegó a A Coruña desde el filial de un segunda francés, y a Desmarets, un treintañero que hace cinco años conducía autobuses por las calles de París. En realidad, la fe de Lotina tiene una explicación. En lo que va de temporada, Lassad y Desmarets fueron los únicos que alumbraron al Depor. Ocurrió en la segunda parte contra el Getafe.
DEPORTIVO 0 - ALMERÍA 2
Deportivo: Manu; Manuel Pablo, Colotto, Lopo (Zé Castro, m. 46), Rindaroy; Juan Rodríguez, Rubén Pérez; Desmarets (Valerón, m. 32), Lassad, Guardado; y Adrián. No utilizados: Felipe Ramos; Laure, Antonio Tomás y Juca.
Almería: Diego Alves; Míchel, Carlos García, Acasiete, J. M. Ortiz; Mbami, Bernardello; Piatti (Ortiz, m. 89) Corona, Crusat (Valeri, m. 84); y Kalu Uche (Ulloa, m. 61). No utilizados: Esteban; Jakobsen, Marcelo Silva y Goitom.
Árbitro: González González. Expulsó a Colotto de roja directa (m. 41). Amonestó a Zé Castro, Mbami y Corona.
Goles: 0-1. M. 4. Kalu Uche. 0-2. M. 18. Kalu Uche.
Unos 9.000 espectadores en Riazor.
No cabía esperar tanta tibieza en el Almería, también a la caza del primer triunfo y con un ultimátum pendiendo sobre su entrenador, Lillo. En Riazor encontró la mejor medicina. Una tarde plácida que comenzó con un gol a los cuatro minutos, tras rematar Uche un córner de Crusat, y prosiguió con un regalo de Rindaroy, que, como un alevín, propició una carambola que acabó de nuevo en Uche.
Marcó dos veces el Almería y ni se despeinó para sacudirse el atisbo de rebelión deportivista o frustrar las maniobras de Lotina, que dio vuelo a Valerón a costa de Desmarets. Aun con 10, tras la expulsión de Colotto, el Deportivo tuvo determinación para lograr tras el descanso algo que no había conseguido en la primera parte: dominar la pelota y tratar de gestionarla. Tampoco al Almería le pareció mal el nuevo escenario. Se apostó a la contra, sin mayor interés en hacer sangre, mientras el Depor disparaba balas de fogueo.
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