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Los economistas advierten del peligro de la deuda

Diez expertos discuten durante dos días sobre el rumbo de Galicia

María Fernández

Con permiso de Joseph E. Stiglitz (o gracias a él) una decena de economistas y empresarios de currículo extenso reflexionaron durante dos días sobre el futuro de Galicia en unas jornadas impulsadas por la Universidad de Vigo y el grupo Pérez Rumbao. La consigna a los periodistas participantes estuvo meridianamente clara desde el principio: en sus crónicas sobre los debates a puerta cerrada no podían atribuir ninguna opinión a nadie en particular sin antes consultarlo con el interesado. El resultado fue un abundante chorro de ideas, críticas y propuestas para salir de la crisis o, al menos, para evitar que las familias se hundan aún más en ella.

Hubo disensiones y, sobre todo, acuerdos. El primero, que Galicia tiene que acabar con el "café para todos", la "lluvia fina de subvenciones públicas", sin objetivos concretos ni estrategias de futuro. Esa tendencia a sembrar -y financiar- lobbys empresariales que se disfrazan de clústeres; de encargar planes estratégicos que terminan en un cajón; de mirarse al ombligo por el furor de las exportaciones sin querer ahondar en la eurorregión con Portugal.

Las cajas pasan la prueba de la solvencia gracias al dinero público

Una de las ponencias alertó del riesgo que corre Galicia al intentar cubrir sus enormes necesidades de financiación. En 2012 ese riesgo podría traducirse en un agujero del 26% del PIB (más que todo el presupuesto de la Administración autónoma). Las estimaciones están calculadas a partir de lo que debe la Xunta (5.544 millones en la actualidad); lo que va a poder pedir prestado a los bancos y de lo que necesita del sector privado para financiar hospitales y carreteras. Los números rojos también crecerán por los 2.500 millones de las liquidaciones negativas de años anteriores que Galicia le debe al Estado y que Feijóo no está muy dispuesto a pagar. Y la trampa, según los economistas, está en que los tradicionales mecanismos de solidaridad interterritorial, que ayudan a redistribuir los ingresos, son cada vez menos.

Frente a eso se lucha con pocas armas. El profesor Xaquín Álvarez Corbacho, de la Universidad de Santiago, le puso el cascabel al gato: "El presupuesto de la Xunta está sobrevalorado", aseguró. La autonomía gallega, entendida como la capacidad de determinar el destino de los gastos, está atada de pies y manos por la educación, la sanidad y el gasto farmacéutico.

Con los fondos europeos a punto de terminarse (en 2013), otra de las intervenciones, de Santiago Lago Peñas (Universidad de Vigo), apuntó a que los recortes se deben de hacer, "pero con prioridades", como salvar de la tijera la investigación o la justicia.

Y sobre otro de los problemas que ha ocupado portadas en los periódicos, el de la financiación local, señaló que los ayuntamientos tienen margen de maniobra. Aunque con el horizonte electoral quizá no utilicen los instrumentos a su alcance, pueden incrementar la presión fiscal para sanear sus deterioradas cuentas.

El sistema financiero gallego centró otro de los debates. Como señaló Xan López Facal (Universidad de Santiago), "en medio de la entusiástica guerrilla mediática [cajas frente a bancos, A Coruña versus Vigo] retumbó desde el primer momento un ominoso silencio: el de los responsables corporativos, tan locuaces en tiempos de bonanza".

En su análisis sobre la fusión que el mes que viene aprobarán Caixa Galicia y Caixanova concluyó que casi el 10% de la totalidad de activos de riesgo que poseen ambas "manifiestan claros síntomas de erosión provocada por la crisis". Lo mismo le ocurre al Banco Pastor. Pese a todo (las cajas gracias a las ayudas del fondo de rescate del Banco de España que el Pastor no solicitó), el sistema gallego "sortea bien la mala racha" y pasa el examen de las pruebas de estrés.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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