Los cruceros hacen la ola
El sector crece a un ritmo de dos dígitos gracias a nuevos barcos y más atraques
Los cruceros han lanzando al mar de la industria turística su particular mensaje en la botella. "¡Crecemos!" Los datos que maneja Puertos del Estado narran que en los primeros seis meses del año han atracado en las costas españolas 289 de estos buques, frente a los 265 en el mismo periodo del año pasado. O sea, un 9% más. Puede parecer una cifra limitada, pero oculta, por ejemplo, que Barcelona, un enclave básico en este sector, recibió un 11% (1.177.268) más de cruceristas entre enero y julio de este año que en idéntico lapso de tiempo de 2009. "Hay un crecimiento evidente de la demanda en el mercado español", refrenda Emiliano González, director general de MSC Cruceros.
Esta situación se vuelve más nítida "si comparas el mercado continental europeo con, por ejemplo, el de Estados Unidos, donde el 3% de la población ha estado en un crucero, frente a solo el 1% de la europea", desgrana Michael Zengerle, director general para Europa Continental de
En España hay unos 600.000 cruceristas; en Reino Unido, un millón y medio
Norwegian Cruise Line (NCL). Existe, pues, margen de mejora. "Estamos muy satisfechos con el desarrollo este año del mercado español. De hecho, esperamos un aumento de pasajeros de dos dígitos", prevé el responsable de NCL.
En la práctica, el sector calcula que crecerá en España entre un 5% y un 10% durante los próximos dos años. Una fortaleza que se extiende al continente. Ya que la crisis no se está dejando sentir. "Estamos trabajando normalmente en los mercados donde tenemos tráficos", explica un portavoz de la firma sueca Viking Line, que tiene una fuerte presencia sobre todo en el norte de Europa.
De repente, los grandes operadores se han dado cuenta de que Europa es el mercado que tiene más potencial de crecimiento del mundo. Y las principales navieras estadounidenses y europeas quieren más porción de mercado, introduciendo nuevos barcos y líneas que tienen al Viejo Continente como destino. Esto provoca que los pesos pesados estén forzando a las pequeñas y medianas compañías, y a sus más antiguos barcos, a centrarse en segmentos y mercados muy reducidos, como, por ejemplo, los cruceros de exploración o los que trabajan solo en el propio territorio nacional.
En este competitivo ambiente, la receta para que este crecimiento sea sostenible la da Emiliano González: "Una flota moderna y más puntos de embarque". Esta es la estrategia que está aplicándose a sí misma MSC Cruceros. En siete años ha pasado de tres a 11 barcos, y en 2012, a partir de los nuevos atraques de Bilbao y A Coruña, van a llevar sus cruceros al Cantábrico y al norte de Europa. De hecho, "todos los grandes jugadores del sector están sacando cada año un barco nuevo. Esto quiere decir que existe demanda en el mercado", analiza Giorgio Costa, director de marketing de uno de estos grandes operadores, Costa Cruceros, perteneciente al grupo americano Carnival Corporation. Pero es una partida cara. Un barco estándar, que pueda albergar a unos 4.000 viajeros, cuesta más de 500 millones de euros. En concreto, el MSC Fantastica (que se entregará en 2012) ha costado 575 millones.
En el lado de las fortalezas, gran parte de la capacidad de crecimiento descansa en que se parte de niveles muy bajos. En España se estima que existen unos 600.000 cruceristas, una cifra que, aunque correcta, está bastante alejada del millón y medio de Reino Unido, la nación que lidera este ranking. Tanto es así, que un reciente estudio de la compañía de cruceros
Royal Caribbean sobre esta industria en nuestro país revelaba que el índice de penetración apenas llega al 1,5%.
Respecto a las debilidades, el sector tiene que luchar contra la imagen de ser un ocio caro, aburrido y solo apto para personas mayores. Si consigue ganar esta pelea, España estaría preparada para dar el salto del actual cuarto puesto del mercado europeo hacia otras posiciones más destacadas y competir con Italia y Alemania por el tercer y segundo lugar, respectivamente.
Este es el camino que ha emprendido Royal Caribbean, un coloso (propietario, entre otros, de la española Pullmantur, aunque operan de manera independiente en el mercado nacional), que mueve 5.900 millones de dólares (4.600 millones de euros) en facturación y transporta a cuatro millones de pasajeros. Este año, avanza Jordi Ferrán, director financiero de la compañía en España, 90.000 pasajeros serán embarcados en nuestro país, un 50% más que durante 2009. ¿Cómo? Con una propuesta clásica: más barcos y más embarques. "En 2011 incorporaremos a Valencia como nuevo puerto de embarque, que se suma a los actuales de Barcelona y Málaga", precisa Jordi Ferrán. Y además: "En noviembre del próximo año nos entregan el Allure of the Seas (capacidad para 5.400 pasajeros) y en junio atracará el Liberty of the Seas (3.600 pasajeros) en la Ciudad Condal".
Ahora bien, el gran desafío (junto con el elevado coste del combustible) es la lucha contra la estacionalidad. Los cruceros tienen su momento álgido en el tiempo estival. El 56% de los cruceristas españoles prefieren viajar en verano, apunta el informe de Royal Caribbean. "Es una lucha difícil; sin embargo, el nuestro es un negocio de 12 meses al año", precisa Giorgio Costa, de Costa Cruceros. O como dice González, de MSC Cruceros: "Una naviera que no tenga el barco lleno en julio y agosto, que se dedique a otra cosa". Por eso, una táctica compartida en el sector es intentar atraer el resto del año a un nuevo público con disponibilidad de tiempo y recursos: prejubilados y personas con alto poder adquisitivo. Para cerrar el círculo se están creando nuevas rutas como China, Emiratos Árabes o Brasil, ante la saturación de los destinos tradicionales (Caribe y América del Norte). -
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