Juan Mari Bras, líder independentista
El político y poeta puertorriqueño renunció a ser ciudadano de EE UU
Juan Mari Bras, líder independentista puertorriqueño y fundador del Partido Socialista de su país, falleció el pasado viernes a los 82 años en San Juan (Puerto Rico) a causa de un cáncer de pulmón. Poeta, académico, político y revolucionario, Mari Bras fue el primer boricua que compareció ante la ONU para solicitar la independencia de Puerto Rico en 1973, que Estados Unidos se adhirió en 1898 y que aún hoy forma parte de ese país, aunque con diferentes cláusulas de semiindependencia. La lucha de Mari Bras duró toda su vida. "Fue una de las figuras más importantes de la historia del Puerto Rico del siglo XX. Trascendió la visión tribal, de grupo, del movimiento independentista y encarnó la visión de un Puerto Rico integral, del Puerto Rico presente", declaró Julio Mugiente, copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH).
Nacido en Mayagüez en 1927, desde niño acudió a los mítines proindependencia que frecuentaba su padre y con apenas 18 años fundó el primer grupo independentista de su universidad, así como un programa de radio dedicado al tema titulado Grito de la patria.
Fue expulsado de la universidad por su participación en actos considerados subversivos, como pasearse con la bandera de Puerto Rico durante una manifestación, así que se vio obligado a terminar sus estudios en Estados Unidos, donde se licenció en leyes.
La vida política de las últimas seis décadas no puede entenderse sin Mari Bras. En 1959 fundó el Movimiento Pro Independencia, del que nacería, 20 años más tarde, el Partido Socialista de Puerto Rico. La difusión de sus ideas se llevó a cabo, durante esas décadas, a través del periódico Claridad, del que él también fue socio fundador y director.
En 1976 su ideología y su vida privada se encontraron de golpe en un callejón sin salida: su hijo Santiago Mari Pesquera era asesinado mientras hacía campaña por su padre. Las investigaciones policiales nunca llevaron a esclarecer el crimen, que siempre fue considerado como un acto claro de represalia política contra Mari Bras. Pese a ello, este abogado incansable no renunció a su lucha. Es más, aquella tragedia alimentó aún más sus deseos de independencia y Mari Bras continuó protestando contra la dependencia estadounidense.
En 1994, decidió renunciar a la ciudadanía estadounidense para poner a prueba las leyes. Se encontraba entonces en Venezuela y fue deportado a Puerto Rico y juzgado, pero, años después, el Departamento de Estado boricua le entregó un documento por el que se le daba la nacionalidad puertorriqueña, un acto sin precedentes que aun hoy es motivo de debate.
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