Una 'manita' precoz aplasta al Zaragoza

Cuando Quincy anotó su primer gol en Liga, en el minuto 35, el Málaga ya llevaba cuatro. Insólito. Nunca antes se habían marcado tantos goles, cinco, en tan poco tiempo en la historia del campeonato. Con un equipo de circunstancias merced a las múltiples bajas, los andaluces infligieron un severo correctivo a un débil Zaragoza al que solo su orgullo tras el descanso llegó a poner en aprietos a un conjunto, el malagueño, de escaso juego pero gran pegada a la contra.

A los maños se les fue el encuentro por las bandas. Con las incomparecencias de Apoño, Duda y Sebastián Fernández, los tres puntales malaguistas, Eliseu, ex zaragocista, se convirtió en el principal agitador del choque. Desde el costado izquierdo, el medio portugués percutió en la frágil defensa aragonesa desde el inicio. Al minuto un centro suyo originó el tanto de Fernando. Repitió seis minutos después con otro pase remachado por Juanmi a la red. Y, en el 27, botó una lejana falta escorada a la izquierda que acabó en otro remate de Fernando a gol, aderezado con la colaboración de Leo Franco, abucheado desde el comienzo, tras una mala salida al despeje.

La puntilla a los maños la asestó Quincy desde la otra banda, la derecha. Para sonrojo de los centrales zaragocistas, de juego plomizo, pesado, el extremo ghanés, una pesadilla por su rapidez, regaló a Juanmi el segundo doblete malaguista tras una jugada individual pegado a la cal. En el 35, capitaneó una contra con Edinho, solos ante Leo Franco, que acabó con la manita más precoz del fútbol español en Primera. Tendría dos ocasiones más plantado ante el portero argentino, mal resueltas. Edmilson, con un trallazo, evitó una mayor humillación al intermedio.

El abultado resultado en el descanso avivó al Zaragoza, herido en su orgullo e increpado por su afición. Marcos Pérez, con un tiro cruzado al palo, recortó distancias e inició el arreón que certificó Ander Herrera en el minuto 80. El fantasma de una histórica remontada sobrevoló La Romareda y los ánimos se encendieron.

Pero en esas andaba Galatto. El cancerbero malaguista, debutante en Liga tras no poder hacerlo la jornada anterior por problemas federativos, se erigió otra vez en protagonista para acabar sellando el triunfo visitante con sus estiradas para frustración del Zaragoza. Se complican la vida los aragoneses, mientras que rompen los andaluces una racha de 11 encuentros sin conocer la victoria. La última, el pasado 21 de marzo ante el Villarreal. Ahora llegó la primera de la era Al-Thani.