_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Dos velocidades

Las turbulencias financieras desde inicios de este año han oscurecido la recuperación en Europa. Asimismo, los débiles datos recientes de actividad en EE UU también están confirmando los pronósticos sobre la desaceleración de la economía estadounidense tras el impulso propiciado por los planes de estímulo fiscal en esa economía. Esto, por supuesto, ha incrementado los riesgos a la baja sobre las perspectivas de crecimiento global.

Con todo, el contagio a las principales regiones emergentes ha sido muy limitado (salvo en Europa del Este). El contagio financiero se ha circunscrito a ciertas clases de activos y su impacto sobre los flujos de capital hacia los mercados emergentes ha sido pequeño y temporal.

Además, el efecto sobre la actividad económica en esos países ha sido escaso, en gran medida por el mayor dinamismo de la demanda interna en las economías emergentes y por los réditos de políticas económicas más prudentes durante los años previos a la crisis, a diferencia de experiencias anteriores.

El crecimiento global sufrirá una desaceleración suave en los próximos años, debido a una reducción de las tasas de crecimiento más o menos generalizada. En China, por ejemplo, el endurecimiento de las medidas de política económica está conduciendo hacia un aterrizaje suave que reducirá el riesgo de sobrecalentamiento y de burbujas de precios de activos. En el resto de Asia emergente y Latinoamérica el crecimiento también se reducirá hacia tasas más próximas a su potencial, aunque manteniendo un crecimiento robusto.

Sin embargo, la desaceleración en EE UU y Europa no puede interpretarse tan positivamente. En EE UU esta ralentización refleja la debilidad de los mercados laboral e inmobiliario (este último tras la expiración de las ayudas públicas) y la pesada carga del endeudamiento de las familias, lo que subraya los límites de la demanda privada para tomar el testigo del Gobierno como impulsor de la actividad económica. En Europa, especialmente en los países periféricos, el endeudamiento y la debilidad del mercado laboral también serán lastres importantes en la salida de la crisis, a los que se añaden los efectos negativos de las tensiones financieras sobre la confianza.

La discusión anterior pone de manifiesto que la economía global saldrá de la crisis a distintas velocidades, ampliando las divergencias de dinamismo entre las economías avanzadas y las emergentes. Esto generará tensiones en las políticas monetarias de las economías emergentes por el temor a que sus tipos de cambio se aprecien demasiado rápido y a unas entradas volátiles de capitales de corto plazo.

Paradójicamente, esta misma incertidumbre sobre la reacción diferenciada de las políticas económicas puede propiciar, hacia adelante, tipos de cambio y flujos de capitales más inestables.

Juan Ruiz Pérez, es economista del Departamento BBVA Research, Unidad de Escenarios Económicos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_