Cerveza de miel y romero

Dos amigos de Xàtiva, amantes de la cerveza, se propusieron a principios del verano, ante un buen par de jarras, crear una marca propia de la ciudad. Pero no podía ser una cerveza cualquiera. "Si lo hacemos, que sea mel de romer", dijo uno de ellos apelando al dicho popular que certifica la excelencia. La actividad de ambos -Rafael Suñer es hostelero y animador turístico y Sergio Iborra regenta una agencia de publicidad y diseño- facilitó que la ocurrencia tuviera recorrido. Ajenos a esta industria, rastrearon en la red el maestro cervecero que pudiera ejecutar el concepto en toda su literalidad: una cerveza artesana, sin filtros ni aditivos, y con sabor a miel y romero.

Manejaron varias muestras y, tras una cata ciega con restauradores, se optó por una cerveza con mucho cuerpo, al estilo centroeuropeo, pero con el toque mediterráneo de los ingredientes base. Y se la bautizó como La Socarrada, en doble alusión a su origen y también a la textura y el color tostado. Comuniqualis, la agencia de Iborra, se encargó del diseño de la página web y de las botellas: de un verde traslúcido, que enseñara el contenido, y una etiqueta transparente con el mismo objeto. Las primeras 600 cervezas, embotelladas apresuradamente para la presentación, en agosto, se extinguieron en unos días. La siguiente remesa de 1.200 botellas, todavía en proceso de producción, ya está comprometida con locales de restauración y tiendas gourmet de toda la Comunidad Valenciana. Ahora trabajan contra el reloj para poder generar stock y atender a los nuevos clientes y las invitaciones a ferias gastronómicas.

Optaron por una cerveza con cuerpo, al estilo centroeuropeo

"No había un plan de empresa, realmente era un capricho"

"Estamos desbordados, todo se ha desarrollado en poco más de mes y medio", confiesan. "No había un proyecto empresarial, un plan de empresa... realmente era un capricho. Éste es el ejemplo de cómo no se debe montar una empresa", explica Iborra con retranca. "No conocíamos la competencia, ni las cervezas que existían. Simplemente nos gustaba la idea de crear una cerveza propia de Xàtiva. Ahora empezamos a saber algo de este negocio", apuntala Suñer. "Es una cerveza que va a ser difícil que se venda en pubs, sino más bien tiene una orientación dirigida a gourmets. Acompañada de arroces o quesos da un resultado espectacular", acota. "La estrategia comercial no será entrar en una batalla de precios, la cerveza será cara -tres euros y medio la botella de tercio- porque creemos que lo merece", añade Iborra. En esa línea, La Socarrada aparecerá también en tres cuartos de litro con formato de botella de cava. La improvisación inicial está dejando paso ahora al cuidado por los detalles: en breve en la web aparecerá un vídeo indicando cómo se debe escanciar para desarrollar todas sus propiedades. "El caso es moverse pese a la crisis, porque parece que la gente esté esperando algo. Y esto lo tenemos que cambiar entre todos", sentencia Suñer.