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Crónica:LITUANIA 104 - ARGENTINA 85 | MUNDIAL 2010 | Cuartos de final
Crónica
Texto informativo con interpretación

Una caricatura de Argentina

Lituania, que se medirá a Estados Unidos, desdibuja a un rival que cierra un ciclo

Juan Morenilla

Los jugadores argentinos no se lo podían creer. Scola, Oberto, Delfino y Prigioni se miraban atónitos. Por encima les estaba pasando un tren de mercancías a mil por hora. No había respuesta posible. Lituania era una locomotora que jugaba como los dioses, con una defensa asfixiante y un acierto en el juego exterior pocas veces visto: ocho triples en los ocho primeros intentos. Argentina era una marioneta, incapaces sus hombres altos de contrarrestar las penetraciones de los rapidísimos lituanos ni tampoco sus tiros desde lejos, incapaces siquiera de acabar un ataque de manera digna. La defensa lituana fue para grabarla. El balón moría después de los 24 segundos de posesión en manos de Prigioni o Delfino, sin saber qué hacer con él, lejísimos del aro, sin ninguna posibilidad de lanzamiento. Unas veces se la jugaba Scola; otras, la bocina sonaba sin que nadie tirase. Un esperpento.

LITUANIA 104 - ARGENTINA 85

Lituania: Kalnietis (12), Pocius (16), Jasaitis (19), Kleiza (17) y Javtokas (0) -equipo inicial-; Delininkaitis (16), Jankunas (12), Maciulis (12), Gacevicius (0), Klimavicius (0) y Andriuskevicius (0).

Argentina: Prigioni (7), Jasen (11), Delfino (25), Oberto (4) y Scola (13) -equipo inicial-; J. Gutiérrez (4), Cequeira (6), L. Gutiérrez (7), Mata (2), González (0), Quinteros (6) y Kammerichs (0).

Árbitros: Vázquez (Puerto Rico), Cerebuch (Italia) y Butler (Australia).

Unos 12.000 espectadores en el pabellón Sinam Erdem Dome, de Estambul.

Kalnietis y Jasaitis fueron un martirio por su velocidad y su puntería. Aire fresco frente a una generación argentina a la que le pesan los años: ocho de los 12 jugadores tienen 30 o más. Esta derrota sí que sonó a fin de ciclo para algunos. Ni siquiera el omnipresente Scola pudo hacer nada para evitarla y acabó dando golpes al aire.

La paliza era tal que en el descanso (50-30) los lituanos se quedaron en la pista practicando el tiro -nada más podía decirles el entrenador porque era imposible hacerlo mejor- mientras que los argentinos hicieron terapia. De nada les sirvió porque siguieron igual de espesos y desesperados y la diferencia aumentó en vez de menguar (66-36, 85-53).

Argentina, otro grande, como España, cayó con todo, seguramente el cierre de un ciclo victorioso que le llevó al oro olímpico en Atenas 2004. Argentina no estaba fuera de unas semifinales de un gran torneo desde 2000.

Al trono puede volver Lituania. Ahora, en las semifinales, le espera Estados Unidos, que desnudó a Rusia por la vía rápida, al contraataque. El equipo juega como un cohete y Kevin Durant se va a los 30 puntos un día sí y otro también (33 ayer). Los chicos de la NBA juegan a una velocidad endiablada, de piernas y cabeza. Ejecutan las jugadas en su mente tan rápidamente como corren al contraataque, lanzados por una defensa que se lo toma en serio.

Estados Unidos solo sufrió durante el primer cuarto, cuando Mozgov hurgó en su punto débil, el juego interior. Luego, se puso el traje de defenderse (14 balones robados) y esprintó. ¡Y cómo corren! Rebote y contraataque, servicio y volea. A la contra, Estados Unidos sumó 22 puntos; Rusia, dos. Difícil aguantar ese ritmo.

Scola trata en zafarse del acoso de Jankunas.
Scola trata en zafarse del acoso de Jankunas.AFP

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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