La muerte no es el final de la carrera
El enjambre salió de una curva en la undécima vuelta del Gran Premio de San Marino de Moto2 cuando Shoya Tomizawa, de 19 años, no logró controlar su máquina. La rueda trasera patinó y el japonés se deslizó por el asfalto. La caída no habría tenido más consecuencias que las abrasiones de no haber sido porque las motos iban demasiado apretadas. Los seguidores de Tomizawa no lograron evitar el impacto. Sus máquinas de 135 kilos, lanzadas a 240 kilómetros por hora, le arrollaron. El primero de todos, Alex De Angelis, pasó por encima del abdomen del caído. La moto del segundo, Scott Redding, chocó contra la cabeza, débilmente protegida por el casco. Tomizawa (en la foto, sobre el asfalto) entró en coma. Su muerte no detuvo la carrera de Moto GP.
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