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La Operación Retorno deja 10 muertos más que el año pasado

Patricia R. Blanco

Estrategia similar pero resultados opuestos. La alta siniestralidad de la Operación Retorno del verano es el claro ejemplo de que no existen fórmulas matemáticas exactas en la seguridad vial. La Dirección General de Tráfico (DGT) desplegó el pasado fin de semana los mismos medios que en el del 15 de agosto. Sin embargo, mientras que en aquellos días la caída de la mortalidad por accidente de tráfico fue espectacular, 21 fallecidos menos que en 2009, el retorno de las vacaciones se cerró, hasta las ocho de la tarde de ayer, con la trágica cifra de 23 víctimas mortales, 10 más que en el mismo fin de semana del año pasado. Además, ocho personas resultaron heridas graves, tres más que en 2009.

"Hay fines de semana buenos y fines de semana malos", acostumbra a repetir el director de Tráfico, Pere Navarro. En la misma línea, Federico Fernández, subdirector de circulación de la DGT, asegura que los periodos cortos pueden estar "distorsionados" por factores como el clima o el número de desplazamientos, y apela al análisis de "series largas" para estudiar la accidentalidad. "Ni cuando son buenos ni cuando son malos" los datos de un solo fin de semana sirven para sacar conclusiones, considera Fernández.

Fin de semana peligroso

Sin embargo, los periodos cortos "sí dan pistas", según Fernández. Y esas pistas hacían saber a Tráfico que el pasado fin de semana era de especial peligrosidad, como lo era el del 15 de agosto, que en 2009 se cobró la vida de 31 personas. Por eso, la DGT recurrió, en ambos casos, a la misma fórmula: aumento de la vigilancia en las carreteras, con un dispositivo de 10.000 agentes de la Guardia Civil, e intensa campaña en los medios de comunicación.

El sábado, el día más dramático de la Operación Retorno, con 13 muertos y siete heridos graves, registró los dos peores accidentes. Un hombre de 35 años y su hija de dos murieron al chocar su turismo contra un vehículo averiado, a la altura del municipio palentino de Osorno. En el siniestro también resultó herida grave una mujer de 32 años.

Además, otras dos personas, de 18 y 19 años, murieron al precipitarse el vehículo en el que viajaban por un barranco de unos 120 metros de altura, en la N-340, en el municipio de Albuñol (Granada).

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Sobre la firma

Patricia R. Blanco
Periodista de EL PAÍS desde 2007, trabaja en la sección de Internacional. Está especializada en desinformación y en mundo árabe y musulmán. Es licenciada en Periodismo con Premio Extraordinario de Licenciatura y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.
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