Valverde vuelve al Olympiakos

Un avión privado llegará hoy a Bilbao, recogerá tres pasajeros y partirá hacia El Pireo. Son el entrenador Ernesto Valverde, su ayudante Jon Aspiazu y el preparador físico José Antonio Pozanco. Los tres se harán cargo del laureado Olympiakos -tiene los mismos títulos ligueros que los restantes equipos griegos juntos-, inmerso en una crisis deportiva. "La exigencia pasa por ganar", advierte Valverde, entusiasmado por regresar al Olympiakos, al que hizo campeón de Liga y Copa hace dos temporadas, "pero las segunda partes siempre son más difíciles".

La entidad griega siempre ha flirteado con Valverde. "Todos allí tienen a Ernesto en un pedestal", resalta Aspiazu. Por eso, desde que se marchara, le han llamado tres veces para ficharle. La primera, en marzo pasado, ya destituido en el Villarreal. "No quiero moverme", respondió. La segunda, a principios de verano. "Es demasiado pronto para volver", repuso. Tenía otras posibilidades, como ser seleccionador de Japón: "Mantuvimos alguna reunión, pero era un candidato más, no el principal". Y la tercera, esta semana, cuando el Olympiakos perdió en la previa de la Liga Europa contra el Maccabi. "Está bien", aceptó Valverde, que firmará hoy por una temporada y otra opcional.

Restan menos de tres semanas para que arranque el torneo y a Valverde le queda mucho por hacer. "Son conscientes de que falta algún retoque", explica. Sabe que podrá contar con futbolistas de la vieja guardia como los centrales Papadopoulos y Torossidis. También se reencontrará con el extremo Riera, a quien dirigió en el Espanyol. Y exprimirá al lateral Raúl Bravo, el medio Óscar González y el extremo danés Rommedahl. "Voy a Grecia porque es una gran oportunidad, pero

España siempre está en mi mente", concluye.