Cádiz reúne a Noa, Buika y Poveda
Cádiz estrena escenario. Ante la fachada de su portentoso Teatro Falla se levantan las gradas, los focos y el palco. El coliseo gaditano presume de ladrillos rojos y rebosa solera en su centenario pero no tiene aire acondicionado así que en el verano hay que innovar y organizar conciertos al relente. La inauguración de este nuevo y efímero espacio musical ha tenido grandes cortadores de cintas: las alegrías y penas africanas de Concha Buika, los mensajes de paz de la israelí Noa y la intensidad flamenca de Miguel Poveda, quien cierra esta noche esta cita con un ciclo que el Ayuntamiento de Cádiz, organizador del evento, ha llamado Conciertos para la Libertad.
Buika ha exhibido los sones del espectáculo El último trago, basado en el poderío de Chavela Vargas, con algunas míticas canciones como Se me hizo fácil o Mundo raro. "A ella se le deben muchas cosas. La falta de miedo a vivir que nos ha enseñado. La sinceridad tan bestia que tiene a la hora de enfrentarse a sus miedos a través de sus propias canciones", sostiene poco antes de enfrentarse a la cita con el público. En su repertorio también hay coplas como Niña de fuego. "La copla es una manera de respirar la vida en general. Es muy flamenco y alucinante. Es una manera que se tiene de concebir y enfrentarse a las notas".
Copla es lo que llevará también esta noche a la plaza del Falla Miguel Poveda. Flamenco y copla como ese A ciegas, que le ha terminado de consolidar en el panorama de los grandes. Él es más puro. Sentimiento y duende. Buika escoge el sabor del jazz y de la copla. "No lo intento. Es lo que sale. Nunca aprendí nada. Todo lo hago de corazón, de cabeza y de oído". Reconoce que nunca ha tenido miedo a enfrentarse a cualquier género. "No hay límites. Estamos en pañales. No tengo miedo a nada porque no me tengo miedo a mí. Lo tuve en un momento de mi vida pero ese miedo ya no está".
El trío se completa con la israelí Noa. No es la primera vez que viene a Cádiz pero ahora lo hace con un ímpetu mayor para hacer de su concierto un llamamiento a la paz y a la vida, a la resolución de los conflictos en Oriente Medio y también a la unión de las culturas. Por eso ella reivindica el flamenco en consonancia con la música de su país. Los Conciertos para la Libertad, que el año pasado se hicieron ante la Catedral de Cádiz, han cambiado esta vez a la plaza del Falla, aunque el año que viene, en la víspera del bicentenario de la Constitución de 1812, volverán a bailar por la ciudad.
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