Más visión, más seguridad

Ver bien es una garantía de seguridad al volante de un automóvil, y es que la vista aporta el 90% de la información que se procesa mientras se conduce. Sin embargo, y según un reciente estudio del club del automóvil RACE, el 45% de los conductores españoles sufre algún problema ocular, lo que merma sus facultades. Pero no se trata solo de tener vista de águila, sino también de no distraerse e, incluso, de evitar las situaciones con poca luz, como viajar de noche, porque a pesar del menor tráfico, el horario nocturno (de 20.00 a 7.00) concentra el 38% de los accidentes mortales.

El análisis del RACE señala que los problemas más frecuentes son la miopía (38% de los conductores), el astigmatismo (29%), la presbicia (19%) y la hipermetropía (8%). Todas ellas son afecciones comunes, pero tienen una importancia clave en la conducción. Y es que, en general, una mejor visión reduce el tiempo de reacción ante una emergencia. Pero aparte de las carencias físicas, hay también otras actitudes que aumentan los riesgos. Así, según el estudio, el 26% de los conductores con problemas de visión no utiliza regularmente las gafas o lentillas que necesitan para conducir; el 39% acude al oftalmólogo menos de una vez al año y el 17% ni siquiera ha pasado una revisión óptica en su vida.

Los coches altos, como los monovolúmenes y todoterrenos, pueden ayudar a ver mejor, porque su posición de conducción elevada aumenta la visibilidad y ayuda a anticiparse a las incidencias del tráfico. En el extremo opuesto se sitúan los modelos más bajos, como los cupés. Pero al margen del tipo de vehículo en que se circule, resulta vital que el conductor mantenga sus ojos en la carretera: según las estadísticas de Tráfico más de la mitad de los accidentes tienen su origen en despistes y distracciones.

Viajar de noche puede aumentar los riesgos. El estudio afirma que a pesar de la menor densidad de tráfico, la tasa de mortalidad es mucho más elevada: 4,2 fallecidos por cada 100 accidentes, frente a los 2,9 que se registran de día (de 8.00 a 19.00).

Llevar unos buenos faros aumenta la seguridad. Los de xenón iluminan más que los halógenos convencionales y cansan menos la vista. También son recomendables los nuevos faros inteligentes, que adaptan el haz de luz según la carretera por la que se circula.