"Cuidado con Andy"
Contador, tranquilo ante "la hora de sufrimiento máximo" en que defenderá 8s y se jugará el trabajo de todo el año
Jacques Anquetil, que era "una IBM, un reactor, un alambique" (el mago Geminiani así lo describió) terminó su codo a codo con Poulidor en el volcán del Puy de Dôme, y le preguntó a Geminiani: "¿Cuánto le saco para la contrarreloj?". "14 segundos", le respondió su director. "Me sobran 13 entonces", concluyó feliz el normando, convencido de que con salir el último en la contrarreloj decisiva del Tour del 64, la quinta victoria era cosa hecha, como así fue. Así Alberto Contador -que está aprendiendo con los años a ser una IBM, que más que un reactor es un turbo cuando la carretera se empina, y que lo único que destila, por ahora, es cerveza con limón- podría también sentirse torero y remedar: "Me sobran 7s", pues su ventaja es de 8s frente al luxemburgués Andy Schleck ante la contrarreloj decisiva de hoy. Pero Contador también es prudente, se lo piensa y prefiere decir: "Cuidado con Andy, que es el campeón de Luxemburgo contrarreloj". Después, le pide a Sidi, el fabricante de su calzado, unos cubrezapatillas amarillos a juego con su maillot.
"Más que la especialización, van a contar las fuerzas", explica el campeón
8s. Laurent Fignon, el aire agónico de sus susurros comentando el Tour por la televisión francesa, podría darle a Contador una conferencia sobre el valor de 8s en una carrera de más de 90 horas para cambiar la vida de una persona. La víspera de la última contrarreloj del Tour del 89, Fignon estaba de amarillo. Su ventaja sobre LeMond era de 50s. Como el parisino era un magnífico contrarrelojista, su equipo ya había reservado un restaurante en los Campos Elíseos para celebrar su victoria. Perdió el Tour por 8s, y eso que salió el último. Y en 1968, el último belga antes de Merckx que podía ganar el Tour, Herman van Springel, otro gran rodador, partía antes de la última contrarreloj con 16s de ventaja sobre el ardoroso holandés Jan Janssen. ¿Suficiente? Sí, para perder, para convertir a Janssen en el primer holandés que ganaba el Tour.
Andy Schleck, de todas maneras, no sería el primer luxemburgués que ganaría el Tour. Y la probabilidad de perderlo tampoco entra en la cabeza de Contador, quien en su idea previa de lo que ocurriría estas tres semanas de julio por las carreteras francesas -una especie de diario de Robinson Crusoe: aquí gano, aquí pierdo, aquí empato- había colocado la contrarreloj bajo la columna del haber. "Me había planteado esta crono como una última carta en la manga en caso de llegar con retraso tras Andy después de la montaña", dijo Contador. "Va a ser, de todas maneras, una prueba increíblemente difícil, un día en el que más que la especialización de uno u otro en las contrarreloj, van a contar las fuerzas de cada uno".
En 52 kilómetros a lo largo del Garona, de sur a norte, de Burdeos a Pauillac, llanos como la palma de la mano, en 8 segundos, Contador y Schleck se jugarán el trabajo de todo un año. "Será una hora de sufrimiento máximo", dijo Contador, quien empleará en su bicicleta Specialized los mismos pedales que puso en su Trek el año pasado cuando bordeando el lago de Annecy, en una contrarreloj con más relieve, sacó 1m 45s a Andy Schleck. "Será complicado. No todo está hecho".
Bjarne Riis no parecía ayer el mejor motivador del mundo, sino lo contrario. "El Tour lo perdimos en Avoriaz", dijo el danés, director de Schleck, quien no piensa que para hoy sean referencia los 42s que cedió su pupilo, asustado entre las vallas, las curvas y la lluvia, en los siete kilómetros del prólogo de Rotterdam. "Lo de Rotterdam lo recuperamos con el pavés, pero en Avoriaz vi que Contador estaba pasando un día malo, le dije a Andy que atacara antes y no me hizo caso. Atacó en los últimos 500 metros y le sacó 10s".
No mucho mayor, 21s, es la diferencia con que el asturiano Samuel Sánchez defiende ante el ruso Denis Menchov, mejor contrarrelojista teóricamente, su tercera plaza en el podio de París. Si la consigue será la primera vez desde 1973 -Ocaña, un manchego de Francia, primero; Fuente, un asturiano, tercero- en que dos españoles salgan en la gran foto del final del Tour.
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